The Sea Diable (One Piece)

1.

Sea Diable

En el inmenso mar podías tener suerte de encontrarte un barco navegando. Pero no cualquier barco, el barco de los "Mugiwara" (Sombrero de Paja). El famoso "Thousand Sunny", el cuál era característico por su proa de cabeza de un león. La cubierta donde estabán nuestros protagonistas era de césped el cuál se podía plantar. Era una mañana como cualquier otra para los tripulantes del barco.

El cocinero estaba preparando el almuerzo mientras el pequeño reno y el hombre de huesos le ayudaban. El capitán, como siempre estaba observando el gran mar mientras estaba sentado sobre el característico león del barco. El espadachín estaba acostado sobre el verde césped, descansando. Las chicas de la tripulación estaban tomando el sol y el característico tirador estaba junto a ellas.

Todos estaban relajados junto a sus rutinas diarias, si no es que nos sumergimos junto al timonel. El nuevo tripulante, un hombre de raza Gyojin (hombre pez) tuvo que detenerse a una conferencia. Pero no cualquier conferencia, era una reunión de Gyojins para decidir el paradero de algo o más bien alguien que los atormentaba.
Jinbei, conocido como "El Caballero del Mar" es un Gyojin Tiburon-Ballena. Con gran orgullo y honor para todo lo que él cree, teniendo respeto hasta su propia raza. No era tan fácil para el sobrellevar la situación de haber sido citado para una reunión de problemas de la Isla de Gyojins en el Nuevo Mundo. Estaba sentado junto a un grupo de personas en el fondo del mar, en una mesa que se podía reflejar el relieve de las olas en la superficie. Todos parecían estar esperando ni más ni menos que por el Rey Neptuno. Un hombre de larga barba color naranja y personalidad contundente.

Era tranquilidad en la profundidad hasta que nuestro timonel pudo entender a sus camaradas entre sus susurros. Era claro, el mismo problema de hace exactamente 19 años había vuelto, El Sea Diable. Jinbei solo pudo estremecerse ante lo que había escuchado, ¿Sea Diable? ¿Otra vez?. Parecía que no podía vivir en paz sin nisiquiera quitarse ese peso encima. Mientras su mente solo daba vueltas y vueltas como si se hablará de un remolino, la música real estaba sonando a todo furor. De inmediato, cada uno de los invitados se levantaron de sus propios asientos a recibir al Rey Neptuno. La tensión se podía sentir en el aire, era obvio que era del tema más taboo para los ciudadanos de el fondo del océano. La mayoría del círculo solo temblaban por esperar las palabras del Rey.

—Queridos ciudadanos.—Neptuno tomó asiento, dando un fuerte suspiro de cansancio al final. — Hoy han sido llamados para hablar de la misma leyenda de hace 19 años. El Sea Diable se a salido de control.

Todo estuvo en silencio durante unos minutos, algunos observando su majestad pero la mayoría solo desviaba la mirada. Daban un recorrido por todo el lugar con su vista, intentando no ser intimidados por el Rey. Pocas veces se podía ver al Rey fuera de Reino de Ryugu y menos sin su hija. El Rey, además de ser símbolo de realeza, su gran estatura era una de sus grandes ventajas y más para intimidar. Nadie quería corresponderle la palabra, pero siempre nuestro valiente timonel lo iba a hacer.

— Rey Neptuno.

La voz del Caballero del Mar se había levantado entre el miedo de sus compatriotas. Observando seriamente a su Rey, decidió continuar.

— ¿Ella sigue aquí?

— Está encerrada desde hace unos meses en la caja

El público solo pudo observar a su Rey con gran gratitud, como si quisieran abrazarlo por la gran noticia que le acaban de dar. Pero aún así, ese no era lo importante de su especial reunión.