Arleth se apresuró en tirar de la funda con su pie hasta liberarla, permitiendo que Trevor pudiese ingresar a la habitación. Tan pronto estuvieron juntos, los dos chiquillos se aferraron al otro con un abrazo. El frenético latido de sus corazones por un instante cesó, parecía que se sincronizaron trayendo algo de paz a la pesadilla que llevaban experimentando.
Leth intentaba reprimir su llanto, pero se encontraba tan nerviosa como aliviada de estar con Trevor en ese momento, que resultaba difícil reprimir todas las emociones que había cargado. Sin embargo, el cálido toque de su novio acariciando su cabello y frotando su espalda la ayudaron a relajarse.
— ¿Cómo, qué... tú, aquí? —Arleth balbuceó mientras dejaba que Trevor examinara cada parte de ella, era como si el chico tuviera un escáner en sus ojos para hallar anomalías.
— ¿Estás bien? —La niña asintió— ¿Completamente, no te hicieron daño? —Movió una vez más su cabeza.
— ¿Cómo supiste en dónde estaba?, ¿hace cuánto-
— Es una larga historia, ya habrá momento de contarla —El jovencito intentó relajar a su novia— Ahora debemos salir de aquí...
El italiano se apartó de la jovencita pues la ventana fue lo primero que capturó su atención, a simple vista se identificaba que esta era más bien lisa y fija, sin manera de abrirse, tal vez podían utilizar algo dentro del cuarto para romper el cristal y salir de este.
Ya que ese plan le parecía una alternativa más razonable a intentar ser ninjas saliendo por la puerta.
— ¿Movemos la cómoda? —Arleth preguntó, no podía estar tranquila cuando la puerta seguía a medio cerrar— Podríamos quedarnos aquí encerrados y esperar a que venga la policía o algo así...
— Sí, sería la mejor opción, pero Federico también está acá... —El italiano respondió buscando una forma de poder romper el cristal, que siendo honestos, no había nada que pudiese iluminarle el camino, solo esperaba no sucumbir al nerviosismo, debía tener la cabeza fría para hallar una solución.
— ¡¿Qué, por qué?! —Arleth exclamó alarmada, la jovencita no esperó para ver por la puerta, el pasillo estaba vacío, sin embargo, no sabía cuánto duraría así, por lo que simplemente cerró colocando el pestillo esta vez.
— Recuerda, larga historia —El chico se giró a ella sonriendo ligeramente— El plan es este; Fede y yo nos infiltramos al lugar, él distrae mientras te busco y, al encontrarte... Huir directamente a donde esta su auto, Cameron nos espera ahí.
— ¡¿También Cameron?! —El italiano asintió.
— Apoyaría la idea de quedarnos encerrados en la espera de los federales, pero Fede dijo que buscáramos salir de este lugar antes.
Arleth apretó sus labios, su corazón volvía a acelerarse.
— ¿Y Fede?
— Dijo que él sabía cómo salir de esta situación, ¿hay algún palo o algo para poder romper esto? —El chico observó su entorno, descartando poco a poco cada mueble de la habitación.
ESTÁS LEYENDO
La esencia de Aurora
RomanceArleth Bennett se consideraba un experimento jugando a ser normal. Sí, probablemente fuese así. Jugaba a ser alguien, a no ser una mentira, sin embargo, su juego terminó. Luego de que su identidad fuera revelada a las nuevas personas que más quería...