LA VIDA DE KAMINARI DENKI [BAKUKAMI]

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Pijamada

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Se acuerdan de todoroki shoto, el niño que el enseñó las intenciones de la escuela.

Bueno él le invitó a dormir el fin de semana en su casa, era la primera vez que le invitaban a una pijama. Pues en su otra escuela nunca tuvo un amigo, no es que todoroki fuera uno, pero se acercaba.

Lo mejor fue que su madre le dió permiso de ir. Su abuelo iría el domingo en la tarde por él.

¡Brincaba de la emoción!

Ahora estaba en camino para llegar a la casa del bicolor. ¿Se preguntarán si su padre me dió permiso?, Al final accedió; para serlo mejor casi no lo había golpeado. Eso le alegraba, aparte de que no golpeo a su hermosa madre. Con eso esta, mientras su madre y abuelo no sufran todo está bien, no le importaría recibir unos puñetazos en su cuerpo.

Porque lo más apreciado son su madre y su abuelito. ¿Verdad?

Llegó a la casa del mayor, tocó varias veces hasta que les habría una muchacha albina de mechones rojos.

—¿Tu eres el amigo de shoto, verdad?— le pregunto amablemente.

—¡Si!— contesto animado, su madre sonrió ante su estado animado.

Entraron a la casa, quitándose los zapatos, excepto por su abuelo.

—¡Señor no se quede ahí pasé!— le dijo amable la chica, el mayor negó, le dió un beso en su frentensita.

—no gracias, solo vengo a dejar a denki, adiós— se despidió, al momento que su abuelo se fue su pecho se sintió vacío.

—¡Shoto está en su cuarto!— la chica le guío hasta la habitación del bicolor—aqui es— y así se quedó sólo.

Abrió la puerta, ahí vio a shoto acostado en su cama, vaya su cuarto es tres veces más grande que el suyo.
Entre y cerró la puerta sin hacer mucho ruido. Camino hasta estar a lado de la cama de su ¿Amigo?.

—todoroki— le movió un poco el hombre, no podía ver su cara, está miraba hacia el otro lado.

Se subió a la cama, así pudiendo ver todo el cuerpo del mayor.

—¡TODOROKI!— brincó en la suave cama, el bicolor no respondió. ¡Se le ocurrió una brillante idea!

Bajo de la cama en un rápido movimiento, dió unos pasos lejos de donde estaba su acompañante. Agarro impulso, y corrió hacia el bicolor, saltando en sobre él.

El bicolor se quejó por él pesó del rubio. Abrió sus ojitos lentamente, miró a la persona que se había atrevido a despertarlo de su apreciado sueño.

—¿Kaminari?— ¿Que hacia el ahí?, Un recuerdo se le vino a la mente, es cierto el lo había invitado, que fastidió.

Se levantó de su dulce cama.

—¿Y que hacemos?— sus ojos dorados brillaban de la emoción.

—esperar— no se hizo esperar la cara de desconcierto del menor.

—¿Esperar?— el otro le miró cansado.

—Vendra un amigo, y a la mejor trae a su "amigo" — lo último lo dijo con Ascó.

—¿Enserio?, ¿Y como son?— el otro suspiro.

—mi amigo es muy amable, adorable, y de buen corazón— se veía que era una persona encantadora por como el bicolor lo describió con tan solo pocas palabras— y su amigo, es todo lo contrario a él.