La firmeza del suelo que reposa bajo mis pies es perdurable en el tiempo y en los suspiros, por él miles de hombres mortales, simples mortales como yo pueden ir en busca de un destino que les abra caminos para alcanzar sus sueños, para conquistar sus metas. El suelo siempre será el conducto predilecto entre caer y no caer, el equilibrio perfecto entre los pies y el corazón. Hoy me atrevo a decir que aquel que tropieza y se da de bruces con la imperfección del equilibrio mismo y cae de manera fulminante en el suelo tocando el amargo fondo, es capaz de ser invencible, y entonces solo así, desde ese punto lleno de dolor y repleto hasta el cuello de aprendizaje es más digno decir "ahora beso el suelo que en un día pisé, ahora todo es posible para mí"
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El cielo tiene tu nombre
PuisiMe gusta admirar el cielo, también me gusta creer que es algo que todos tenemos en común, entonces este poemario es una colección de nubes que guardan experiencias sentidas y vividas. Cada nube es única, adquiere su propia identidad que nace de la p...