Our Son - JohnDo

》Cap. 2《

- Marco - Doyoung estaba ciegamente detrás de la cortina, con los oídos abiertos para escuchar la respuesta de su hijo.
 
  

- Powo - Salió un pequeño chillido de la esquina seguido de una pequeña risita ahogada.
 
   

Doyoung y Jeno estaban jugando al escondite. Jeno dice que fue su turno de encontrarlo, así que aquí estaban. Dodo conocía bien la casa y sabía donde su hijo estaba escondido. Estaba dentro de un pequeño armario que estaba justo al final del pasillo donde solía guardar las toallas.
  
  

Abrió lentamente la puerta y extendió su mano hacia el cabello suave y delicado - Hmmmm esto no se siente como el cabello de Jeno... mmm qué podría ser? -.
   
   

De repente, Jeno estalló en un ataque de risas - ¡Papá soy yo! Eno! -
   
   

Doyoung abrió los ojos mostrando una sonrisa cuadrada, levantando a su bebé feliz en sus brazos - Oh mira, es mi bebé.
 
  

Jeno envolvió sus manos alrededor del cuello de su papá, colocando un rápido beso en la mejilla - Me encontraste papá.
  
 

Éste sonrió con cariño a su bebé, haciéndolo brincar de arriba abajo – Si, encontré a mi pequeño cochinillo – Empezó a caminar hacia la cocina – Ahora es hora de almorzar... ¿qué tal si papá te hace un sándwich de jamón y queso? ¿Te gusta eso?
 
    

Jeno comenzó a rebotar en su trasero, señaló hacia adelante – Sip.
 
   

Doyoung se rió de lo adorable que es su bebé – Ok, mi pequeño hambriento.
   
     

Durante el almuerzo, el pequeño Jeno compartió su sueño sobre ositos de goma con su papá. El pequeño soltó una risita cada vez que Doyoung decía algo gracioso o le hacía muecas. El miraba con tanto amor escuchando atentamente cada palabra que decía su bebé. Esto era felicidad, esto era todo lo que necesitaba.
 
  

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Johnny estaba un poco en contra de la idea de ir a presentarse a los vecinos aunque se mudaron hace un día. ¿No debería haber un período de espera o algo así? Bueno, cuando le expresó esto a HaeRi, ella mofó y exigió que fueran y conocieran a los vecinos.
   
   

Johnny se sintió nervioso ahora. ¿Por qué? Bueno, él sabía quién era su vecino y lo llamó un cobarde, pero realmente tenía miedo de enfrentar a Doyoung después de tres años enteros. Pero lo que exige la esposa el tiene que ir.
   
    

Cuando se acercaban a los escalones de la pequeña casa, HaeRi recibió una llamada y tuvo que irse, dijo que tenía un amigo con quien hablar.
   
  

Salvado por la campana, pensó. Sin embargo, HaeRi le dijo que se presentara, que se encontraría con el vecino más tarde. También mencionó que quería detalles sobre cómo se lleva a cabo la reunión. Señor, ayúdalo.
   
    

Cuando Johnny se acercó a la puerta principal, se escucharon las felices risitas de un niño. Sonrió al ver la felicidad que irradiaba la risa del más pequeño. Pero después de unos segundos, comenzó a darse cuenta de algo.
    
   

Su ritmo cardíaco comenzó a aumentar, ¿podría ser este su...? No, no, no es suyo. Por el amor de Dios, hombre. Respiró profundamente y golpeó con los nudillos tres veces sobre la madera de caoba.
    
     

Antes de que pudiera tocar de nuevo, la puerta se abrió para encontrarse cara a cara con... Nadie. Pudo oír una voz grave y adulta gritando ¡Kim Jeno! ¿Qué dijo papá acerca de abrir la puerta principal por tu cuenta? -.
   
  

El sonido de pasos apresurados se hizo más fuerte. Johnny se preparó para encontrarse con Doyoung, pero se sobresaltó y saltó levemente cuando una pequeña voz desde abajo respondió - Papá Ponefo - Entonces, la misma vocecita preguntó - ¿Qué quiere el señor?
   
   

Los ojos de Seo se derribaron inmediatamente. Era como si alguien le hubiera arrojado un balde de agua helada exactamente en el mismo momento en que vió los ojos cafés. Todo lo que podía hacer era mirar al niño, su corazón estaba hinchado y aturdido.
   
   

Tengo un hijo, pensó. Ni siquiera oyó cuando Doyoung se acercó. Acabó de romper su burbuja de pensamientos cuando éste tiró del pequeño detrás de su pierna como si lo estuviera protegiendo.
   
   

Eso devolvió a Johnny a sus sentidos. Advirtió la vista del hermoso hombre con esos ojos cafés frente a él.
Él tragó saliva cuando vio la mirada que Doyoung le dirigió. Su mirada de fue fría y sin corazón.
   
  

Johnny quería correr y esconderse. Entonces, la voz que nunca pensó que volvería a oír preguntó con aspereza - ¿En qué puedo ayudarlo señor Seo?
   
    

Ouch. Bueno, me lo merecía - Oh um.... Hola Dodo -
    
   

- Sr. Seo - Doyoung levantó el mentón desafiante, cruzando los brazos a lo largo de su pecho.
   
   

Johnny tragó, frotando la parte de atrás de su cuello con nerviosismo - Um, lo siento... señor Kim... yo simplemente um... me detuve para conocer y saludar... usted sabe que somos vecinos nuevos y todo eso – Dijo.
  
   

Doyoung parecía aburrido - Ajá... bueno, soy el señor Kim... y aquí - Doyoung colocó una mano sobre la cabeza del niño pequeño - Es Jeno, MI HIJO... y tú eres el Sr. Seo, casado con la Sra. HaeRi Shin. Bienvenidos al vecindario. Ahora si no les importa mi hijo y yo vamos a ver a su personaje de dibujos animados favorito... cuídense.
  
   

Johnny quería decir algo, cualquier cosa. Pero la puerta se cerró de golpe en su rostro. Mierda. Doyoung realmente no le gustaba ahora. Y eso duele en una parte de él. Él no mentiría.
    
 

Mientras caminaba hacia su casa, algo más seguía viniendo a su mente. Ese pequeño niño, Jeno. Su corazón se apretó cuando la imagen de la cara inocente nadó ante él. Esa cara... era una réplica de él. Ese niño era suyo y él solo... solo lo abandonó. Como algo sin importancia.
 
  
   
Por primera vez en la vida se cuestionó, ¿estar renunciando a la persona que amas, tu propia carne y sangre, vale la pena? Solo para evitar la crítica del mundo y de tu padre.
   
   

¿Valió la pena, John? ¿Perder la oportunidad de ser padre de un valioso humano inocente valía la pena? Cualquiera que sea la pregunta, el se sintió disgustado consigo mismo.