Arco VIII: Un gran cambio V

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Aquí os dejo la música clásica, que pudo haber escuchado la rayis y Clancy, mientras esperaban en el atasco.

Al llegar a casa, me fui directa a la cama, mientras que Clancy se fue a su estudio a preparar el siguiente episodio de su podcast

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Al llegar a casa, me fui directa a la cama, mientras que Clancy se fue a su estudio a preparar el siguiente episodio de su podcast.

Me cambié la ropa y me puse el pijama, que consiste en un pantalón largo ancho y una camiseta de manga corta ancha. Me tumbé en la cama, pero me costaba poner la posición correcta, pues uno de los inconvenientes de estar embarazada es que cada vez notas más el peso del bebé y te resulta más incómodo dormir hasta que encuentras la postura correcta.

Mientras luchaba por encontrar la postura idónea para dormir, entró Charlotte para acompañarme. La verdad es que durante estos meses no le he hecho mucho caso por el trabajo y por el bebe, pero parece que ella está muy apegada conmigo desde que estoy embarazada. 

Charlotte se alejó de mí en un momento, lo cual me extrañó y sacó de su agujero una almohada larga. Al cogerla, noté que es muy cómoda. Me la puse alrededor de mi cuerpo de modo que mis piernas estén entre la almohada y sostenga cómodamente mi barriga. 

Ahora me encontraba en el séptimo cielo, lo cual me hizo dormir plácidamente y acompañada de Charlotte.


Cuando me desperté, ya era las 8:30 y acababa de entrar Clancy para avisarme que la cena ya estaba.

Al bajar me encontré con Sarah, a penas nos veíamos, pues había comenzado el máster de la carrera de periodismo. Al igual que nosotros estábamos ocupados con nuestros respectivos trabajos, aunque ahora es Clancy, quien sigue trabajando.

- Por lo que veo, tu barriga ha crecido mucho desde que te vi la última vez. - Dijo al ver mi barriga abultada y pequeña, que se percibía notablemente, a pesar de llevar una camiseta ancha.

- Sí, mañana Clancy y yo vamos a comprar algunas prendas de premamá para mí.

- ¿Habéis pensado ya en el nombre del bebé? - Ambos nos miramos y negamos con la cabeza.

- La verdad es que no se me ocurre nada para nuestra hija. - Dijo Clancy pensativo.

- Espera, va a ser una niña. - Saltó Sarah, lo que hizo que cruzase mi mirada a Clancy con el ceño fruncido.

- Espera, no se lo has dicho.  - Le incriminé a Clancy.

- Pensé que se lo dirías tú. - Volvió su mirada a su hermana y se disculpó con ella. - Lo siento Sarah, con todo lo que ha pasado en este mes, se nos fué por completo el decirte sobre el sexo del bebé. Aunque, ahora que (T/N) ha cogido la baja. Tendremos más tiempo juntos y estaremos menos estresados que antes.

- La verdad es que ahora que os veo, no parece que durmáis bien. - Dijo preocupada.

- Bueno, no es fácil dormir con una criatura que está creciendo en tu interior y tengas que ir al baño constantemente. - Dije a modo de broma.

- Sobretodo, si tienes a alguien que se mueve constantemente en la cama. - Dijo Clancy de forma que no la oyese, cosa que no funcionó.

- ¡Oye! No me muevo tanto. - Me quejé.

- Porque no te has visto.

Ambos empezamos a discutir, al mismo tiempo que Sarah contemplaba nuestra riña de pareja.

- Sin duda, hacéis una pareja perfecta. - Ambos la miramos y nos sonrojamos. - ¡Bueno! ¿Cuándo es la boda? - Buen momento para hacer la pregunta, pues ambos estábamos bebiendo y nos preguntó en ese mismo momento. Provocando que ambos echásemos todo el líquido por la boca.

- ¡BODA! - Dijimos a la vez.

- ¡Oh! Venga ya. ¿Me estáis diciendo que no habéis pensado en casaros? - se quejó ella por la obviedad.

- Es un poco pronto para pensar en la boda. - Dijo Clancy nervioso.

Sarah le miró seria y con una ceja alzada. - ¿En serio? Dices que es pronto para una boda, cuando ya la has dejado embarazada a los dos meses de conocerla.

- ¿Eh? Yo. - Empezó a sudar y a ponerse nervioso. Pude notar aquella presión, que se estaba ejerciendo sobre él mismo, así que hice lo que tenía que hacer: Tranquilizarle.

Puse mi mano sobre su pierna y le miré de modo que se relajase. - No tienes que sentirte presionado, lo primero es pensar en nuestra hija y en nosotros. Ya habrá tiempo para la boda.

Aquella presión, desapareció y su ceño se relajó al instante. - Sí, tienes razón. Lo primero es lo primero. - Dijo al posar su mano sobre mi barriga. Sarah no pudo contenerse y saltó con un tierno: ¡Ooooohhhhhh!

Tras terminar de cenar, de limpiar la mesa y de despedirnos de Sarah. Nos preparamos para ir a la cama. Me puse la almohada especial y empezar a dormir, no sin antes notar el tierno abrazo del pelimorado hacia atrás, llevando sus manos hacia mi barriga y besarme por la nuca.

- ¿(T/N)? - me llamó de repente.

- ¿Sí? - le contesté, dulcemente.

- Cuando pase un tiempo - de pronto me soltó el agarre y noté movimiento en la cama hasta tener en frente de mis ojos a Clancy, arrodillado frente a mí. Todavía tumbada en la cama, pero no veía mi asombro por lo que estaba sucediendo ahora mismo. - y nuestra hija haya crecido lo suficiente, ¿te gustaría casarte conmigo?

Intenté levantarme de la cama. Clancy se levantó para ayudarme y cuando ya me encontraba sentada, le abracé fuertemente y le di un gran y estruendoso SÍ. En ese momento, no me importaba que los vecinos se despertasen. Ahora mismo, me sentía la mujer más dichosa del mundo.

Aquel abrazo lo tuvimos que romper, pues nuestra pequeña también estaba de celebración y no pudimos contener nuestro gozo, quedándonos abrazados, al mismo tiempo que posábamos nuestras manos en mi barriga para sentir la felicidad de nuestra hija.

Tengo una idea de cual será tú nombre, mi pequeña y dulce angel.






Aquí está el siguiente capítulo, sin duda, hoy sesión doble.

Tranquila, aún queda más de este fanfic.

Tú eres mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora