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Había pasado una semana desde que Yeonjun le había dicho a Soobin que era un ángel, y si al principio Bin creía que estaba bromeando, después de siete días ya estaba empezando a cuestionarse cuanto tiempo duraría el chiste.

"¡Soobin, amor de mi vida!" gritó Yeonjun mientras corría hacia él. Hoy tenían el día libre porque las vacaciones de medio año habían empezado, así que tenían el departamento completo para los dos. Decidieron ver películas y quizá pedir pizza más tarde.

El ahora rubio (había teñido su cabello a penas se acabaron las clases) estaba ordenando los snacks que había comprado mientras su novio buscaba alguna película basura en Netflix.

Pero Yeonjun tenía un plan. De acuerdo a algunos foros de internet que había leído, los ángeles no podían comer ciertas cosas que los simples humanos sí, así que disimulados entre sus compras, habían algunos de los alimentos que - según internet - solo él podía consumir. 

Jaló la comida a la mesa de la sala y se metió en el sofá, acurrucándose junto al pelinegro, que rápidamente pasó sus brazos por su cintura. Después de unos minutos, terminaron por escoger Grandes Héroes.

Ahora solo quedaba esperar.





Media película ya había pasado, y Soobin solo había tocado el pop corn dulce y su lata de soda en las casi dos horas que llevaban frente al televisor.

Yeonjun estaba un poco frustrado, no es que no disfrutara de darle mimos a su novio, o de los pequeños besos que se daban en medio de la función, pero él era el único comiendo diez de las doce botanas que había traído, y su plan se estaba empezando a derrumbar.

"Amor... ¿No vas a comer nada más? Yo compré estos con mucho cariño para ti" dijo, con la voz más melosa que pudo, esa que usaba cuando quería convencer a su menor.

"En un rato, junnie, ¡Estamos en la parte importante!"

Sabía que el pelinegro estaba muy concentrado como para seguir comiendo siquiera, y en lugar de desmotivarse por eso, pensó que lo podía usar a su favor. Se acercó lentamente con un chocolate, alimento bueno para ambas partes, y disimuladamente llevó un pedazo a la boca a su bebé, quien abrió su boca por simple reflecto aceptando el dulce. Entonces Yeonjun hizo lo mismo con los demás alimentos normales. (Tenía que admitir que estaba sorprendido al ver como nada distraía al menor, era como si la película se hubiera tragado su alma, ahora ya sabía que poner cuando quisiera convencer a su novio de algo).

Había llegado la parte más crucial de la historia, Baymax se estaba quedando sin batería, mientras estaba flotando por el aparato del malvado profesor, y junto a los sollozos de Hiro, Yeonjun pudo escuchar los de su novio también. 

Lo atrapó suavemente entre sus brazos y mientras le acariciaba el cabello tratando de calmarlo, le echó una mirada al tazón que contenía caramelos de chocolate y menta. el único bocadito no sano que le quedaba (Soobin se había comido los normales y el rubio el resto en menos de veinte minutos) aunque estaba seguro de que con eso sería suficiente. 

Después de que lo peor había pasado y todos eran felices, Yeonjun seguía con los mimos, separándose poco a poco para alcanzar los dulces, y cuando lo hizo, volvió a acercarlo a la boca de su novio. Esta era su última esperanza. Lo acercó a los labios de Soobin y al instante que este percibió el sabor en su boca, casi escupe todo al piso.

La película no había acabado pero el pelinegro ya había huido al baño, dejando a su pareja sorprendida. Yeonjun fue un poco preocupado a asistirlo, ¿Lo había alimentado tanto que ahora iba a explotar? ¿Se había dado cuenta de su plan maestro?

Le quedó claro que no cuando un Soobin con una mueca de asco salió del cuarto a donde había entrado.

"Junnie hyung, no puedo comer esos caramelos, ¡saben horrible!" soltó el mayor.

Y al instante en que esas palabras fueron pronunciadas, a Yeonjun le apareció una sonrisa en el rostro, ¡lo sabía! Soobin era un ser celestial que había venido para que el rubio lo ame, él lo sabía, solo quería confirmarlo.

Corrió a los brazos de su novio, que lo miró sorprendido pero lo abrazó de todas maneras.

"¡Estoy tan agradecido de que te hayan enviado, Binnie!" dijo, y antes de que el otro le pudiera cuestionar algo, le besó los labios que sabían a azúcar y chocolate.

Y si bien Soobin sentía el sabor horrible a pasta de dientes con chocolate en la boca del rubio, no sería capaz de rechazar ninguna sesión de besos con él, ni en esta vida ni en la siguiente.




Esperen, ¿La siguiente?



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Bueno, háganse la idea de como serán los capítulos, xfi <3

No se olviden de hacer stream a todas las canciones de los bebés pq se lo merecen C:<


⛧ vnusbn

ángel - yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora