Capítulo 47| Amor

983 91 35
                                    

Luego de esa pequeña charla volvimos a subirnos al auto y siguió manejando, esta vez ambos estábamos en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Luego de esa pequeña charla volvimos a subirnos al auto y siguió manejando, esta vez ambos estábamos en silencio. Pero había una pequeña diferencia, aún seguía sin saber a donde me llevaba, y por lo que veía estabamos saliendo de la ciudad.

-Estamos saliendo de la ciudad -murmuré viendo los árboles pasar.

-Siempre fuiste una chica muy lista Eris -dijo y me giré a mirarlo, sonriente.

-Y supongo que así es como te gusto ¿Cierto? -insinué. Sus labios se curvaron en una bonita sonrisa que lo único que logró fue hacer revolucionar mi cuerpo.

¿Por qué eres tan irresistible?

Empezó hablar, y automáticamente me olvidé de mis problemas. De hecho lo único que hacía era mirarlo, preguntandome si acaso este chico era real o un simple sueño.

En ese momento recordé la primera vez que lo vi, ahí parado frente a la puerta del departamento. Recordé su mirada seria y fría, y también recordé las primeras palabras que me dirigió.

-Oye -lo llamé provocando que detuviera lo que sea que me estaba diciendo -¿Recuerdas las primeras palabras que me dirigiste?

Observé como alzaba las cejas un tanto desorientado por mi pregunta, pero aún así se aclaró la garganta y habló en un tono más intimidante.

-Soy Dante Daniels y estás en mi departamento.

Dante Daniels era un nombre demasiado hermoso que a él le quedaba como anillo al dedo. Sinceramente jamás se me hubiese ocurrido llamar Dante a un hijo.

Un hijo.

Solté una risa ante mis absurdos pensamientos y él me miró con diversión y curiosidad, seguramente queriendo meterse en mi mente para saber lo que estaba pensando.

-¿Y ahora qué te pasa? -preguntó sonriente.

-Es que nose porqué nos imaginé a los dos en un futuro con un niño ¿Te imaginas? Un mini Dante -reí y este solamente aumentó su sonrisa.

-O también puede ser una mini Eris -insinuó relamiendose los labios y detuve mi risa de golpe. Mi expresión hizo efecto en él porque automáticamente explotó en una carcajada que no compartí, y en su lugar apreté los labios y me crucé de brazos.

Idiota.

-Si tuvieses un hijo ¿Cómo lo llamarías? -curioseé.

-¿Cómo lo llamarías tú?

Hasta ese momento jamás me había puesto a pensar en un nombre para un niño. Porque... ¡Vamos! Estoy segura que si tuviese un hijo este saldría con mi mal genio y estoy segurísima qué más de una vez discutiríamos hasta por la cosa más absurda del mundo.

-Neikea -solté y hundió las cejas -A mi verdadera madre le gustaba la mitología griega, por lo que cuando elegí mi nombre decidí llamarme Eris, como la diosa del caos. Y supongo que si tuviese un hijo lo llamaría Neikea, como en la historia real.

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora