Gracias al testimonio, teníamos un retrato completo del asesino: altura, vestimenta en ese momento, e incluso el color de sus ojos. Pero, de todas formas, Luca dudaba de que realmente hubiera visto al asesino. Él sostenía que el testigo mentía. Recuerdo ese testimonio como si lo hubiera dado yo mismo y, siendo honesto, el detective tenía razón; el testimonio era falso, una simple actuación armada por el propio asesino. No sé cómo pudo darse cuenta tan rápido. Recuerdo que cuando el testigo se fue, Luca tomó un vaso de whisky y, sin pensarlo mucho, dijo: "Él realmente no pudo ver a nuestro asesino".
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Aunque Luca desconfiara del testimonio, era una pista, de hecho, la única que los detectives tenían en días. Así que empezaron a buscar al hombre descrito, pero no lograban encontrarlo. Fue entonces cuando Luca recordó haberlo visto en algún lado. Algo que siempre reconoceré del detective Luca es su increíble memoria, al menos para lo que le conviene. Por eso, si él decía que lo había visto, era cierto. Por ese motivo, decidimos buscar en los archivos de la comisaría y encontramos la descripción exacta de un antiguo asesino serial.
