¿Cómo podía llorar y extrañar algo que jamás había sido mío? Era absurdo y estúpido.
Jamás me había enamorado y justo cuando lo hice, fue de la persona equivocada y en el momento equivocado.A finales de la primavera lo conocí. Estaba terminando mi carrera en publicidad y surgió la oportunidad de conseguir una pasantía en una de las oficinas de Universal Music.
Aquella mañana de primavera, se me hizo tarde, como de costumbre. Recuerdo que corrí como una desquiciada por los pasillos sin fijarme bien en los obstáculos, hasta que choqué tan repentinamente contra alguien y los papeles que traía en mía brazos salieron volando. Estaba a nada de soltarle un par de maldiciones a la persona que provocó aquello hasta que levanté la vista y vi unos ojos de un color indescriptible que en un par de segundos me envolvieron. Y ahí supe que estaba perdida.