Había sido el Gobierno, eso darlo por hecho. Desde la maldita fusión de todos los gobiernos en 2022, luego de la pavorosa pandemia, esto era un caos. Los gobiernos de izquierda, presididos por Rusia y China, se habían unido bajo el nombre de "martilleros". La ultraderecha, cuyo amo y dueño era EE.UU, se hacían llamar "sombrereros".
En este lugar del mundo desde donde se narrarán los hechos, el gobierno era de los sombrereros. Pues bien, avanzados en grandes tecnologías, el bloque de ultraderecha e hiperconsumista desarrollaba, como descubrirían después pavorosos experimentos desde el 2023, para "combatir un rebrote".
El rebrote ("gracias a Dios") no se dio. Pero las pruebas continuaron. El gobierno tomaba gente al azar - sin importar nada - para las pruebas.
Caminemos, pues, por las calles y entrevistemos a un par de personas.
- ¿Usted estuvo en las pruebas?
- Claro que no. Esas son fantochadas que se inventan los comunistas revolucionarios.
Pues bien, la cuestión es que los estúpidos lameculos del gobierno jamás ponían en evidencia lo que se llevaba a cabo en los laboratorios del gobierno de derecha.
Hoy, yo, Eugenio Enríquez Fernandes, destaparé esto.
El gobierno derechista se divide ahora en tres. El patrón, USA, Los terrenos baldíos, antes conocidos como centroamérica y sadamérica, y, por supuesto, el torbellino, que fundió a los países europeos de derecha. La izquierda se quedó con una parte relativamente menos. Otros lugares de Asia y Oceanía quedaron independientes, cayendo en anarquía.
El gobierno de derecha hacía sus pruebas en Los terrenos baldíos, con gente de aquí. Mientras el patrón y el torbellino disfrutaban de una buena vida.
En fin. Este es mi testimonio.