XIII. Planea Contra Él

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El asunto era este: 1. Estaba segurísimo de que el plan contra YoonGi iba a ponerse bueno el día de hoy. 2. Iba a ir a su fiesta en la noche. No me importaba que no fuera bien recibido. 3. Iba a darle de su propia medicina.

Como decía el dicho; la venganza es un plato que se sirve frío.

Hoy viernes me desperté extrañamente más temprano de lo usual para alistarme. Como mamá estaba en casa me prestó su auto. Sólo hacía eso cuando no iba a trabajar y hoy era uno de esos afortunados días. Además TaeMin y yo necesitábamos tiempo de chicos. Y también quería que me explicara qué fue lo pasó ayer cuando Yoon se acercó. No fue normal su comportamiento. Y menos en la manera en cómo nos miró y luego se fue sin decirme nada. Cuando llegué a casa ni siquiera me respondió los mensajes ni las llamadas.

Le llamé avisándole que lo recogería para ir juntos a la escuela.

Cuando llegué a su casa le toqué el claxon del auto tantas veces como se puede tocar. A los segundos apareció un enfurecido TaeMin cerrando de golpe la puerta de la casa y caminando hacia mí.

—¡Calla ese jodido ruido! —gritó por encima del claxon. Sonreí ante su reacción.

—No sabía si estabas despierto —me encogí de hombros de forma inocente.

Escuché el sonido de una ventana abrirse por lo que subí la mirada para ver a su mamá asomarse por la ventana de su habitación.

—¡Mierda, no digas lisuras, TaeMin! —gritó su mamá y en cuanto me vio rodó los ojos—. Sabía que eras tú, JiMin. ¡No vuelvas a tocar así el maldito claxon!

Se retiró y cerró su ventana con fuerza. Reí a carcajadas.

—Cómo extraño a tu madre.

—Si quieres te la regalo —dijo acomodándose en el asiento de copiloto. Luego de eso arranqué el auto.

Se formó un silencio inusualmente incomodó y me preocupé.

—Jiminie.

Volteé a verlo solo unos instantes. Su rostro se encontraba tenso y sus ojos me miraban con terror.

—¿MinMin?

—Necesito decirte algo. ¿Podemos saltarnos la escuela?

Paré en seco el carro.

Eso me sorprendió bastante. ¿Lee TaeMin faltando a la escuela? No era normal. Algo le pasaba. Él amaba ir a la escuela.

—¿Taeminie, qué pasa?

Él miró vacilante alrededor. Estábamos a unas cuadras de la escuela y se podía ver la fila de autos que se dirigía ahí. Pareciera como si no quisiera hablarlo aquí.

—Iremos a mi casa. Mamá está descansando. Si dice algo cuando despierta le diré que me encontraba mal y tú me acompañaste, ¿sí?

Tae asintió.

Manejé de regreso a mi casa en completo silencio. De vez en cuando lanzaba miradas a TaeMin, pero él estaba tan absorto en mirar por la ventana que no se daba cuenta, o no quería hablar.

Al llegar nos bajamos y entramos directo a mi habitación. Cerré la puerta con pestillo y enseguida mi amigo se tiró en mi cama y comenzó a sollozar.

—Hice algo horrible, JiMin.

—Oh ¿qué hiciste, Minie? —me acerqué a él. Su rostro estaba pegado a mi peluche favorito mientras derramaba lágrimas. Diuj, tendría que lavarlo luego.

—Yo... uh... yo... meacostéconunchichoynomeheestadosintiendobienlosultimosdias.

Lo dijo tan rápido que tuve que esperar unos segundos para poder digerir y entenderlo. Cuando me golpeó la realidad de sus palabras, abrí los ojos como platos.

Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora