Medio felices

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Pov's Doce

—Vamos—Pronuncia Once poniéndose de pie

Acomodo la sabana sobre mi cabeza, de tal modo que los dos hoyos que se encontraban echos en ella, terminen en mis ojos. Así permitirme ver, aunque estos estaban recortados de una forma muy desprolija así que la tarea se me complicaba. Ambas abandonamos la habitación y nos adentramos en la cocina, hasta terminar detrás de Hopper que preparaba el desayuno, muy concentrado.

—¡Booo!—Chillamos Once y yo al mismo tiempo, causando que el hombre pegue un brinco y suelte una maldición—Fantasma—Menciona Once

—Si, ya me di cuenta—Argumenta Jim mientras sirve las dos tostadas en los platos

—Es halloween—Hablo intentando captar su atención

—Claro, pero ahora vamos a desayunar ¿si?—Habla llevando los platos hasta la mesa, mientras Once y yo le seguíamos el paso

—No nos verían—Intento explicar nuestras intenciones, si salimos así en noche de Halloween nadie se daría cuenta de que somos nosotras, ni siquiera los malos.

—¿Quien no las veria?—Cuestiona el castaño acomodando los vasos sobre la pequeña mesa

—Los malos—Informa Once

—Podremos salir a pedir dulces—Continuo yo, quitándome la tela de mi cabeza, para poder apreciar bien al oficial

—Conocen las reglas—Menciona el levantadose y colocando sus manos en mis hombros para hacerme sentar en la silla, seguido de eso se acerca Once para quitarle la manta

—Si pero ellos no nos verían—Señala mi hermana intentado comvenserle

—Eso no importa, si salen a la calle ya sea con ese disfraz de fantasma o no, corren riesgo—Contesta intercambiando su mirada entre la castaña y yo—Y nosotros no corremos riesgos ¿no?, son estupidos y..—Habla esperando a que Once y yo acabemos la frase

—Nosotros no somos estúpidos—Pronunciamos ambas,

—Exacto—Concluye Jim—Ahora dejen eso y coman—Vuelve a rodear la mesa para acercarse a su asiento, revolviendo mi cabello en el transcurso.

Mantengo mi vista sobre Hopper, que bañaba mis tostadas en miel, para luego realizar la misma acción con el plato de Once. El silencio era claramente tenso y el enfado de ambas se hacia mas que evidente, él al notar esto se rindió.

—Bien..¿que tal si hoy vuelvo temprano, compro un montón de dulces y nos sentamos a engordar juntos mientras vemos una película de terror?—Propone esperando nuestra respuesta.—¿Que les parece ese acuerdo?—

—¿Acuerdo?—Cuestiona la castaña confundida por la extraña palabra utilizada por Jim, miro de igual forma al hombre a mi lado. quien comenzó a deletrear la palabra, pero simplemente ninguna de las dos sabia su significado.

—Esta sera la palabra del día—Avisa haciendo una pequeña pausa—Es cuando ambas partes obtienen algo de lo que quieren, son medio felices—Explica haciendo un ping pong de miradas entre Once y yo

—¿A las cinco quince?—Pregunto recordando la manera en la que me había corregido el día anterior.

—Cinco quince. Si, claro—Asiente levemente con su cabeza

—¿Lo prometes?—Cuestiona Once mirando fijamente al castaño, quien se inclina en su lugar para estar mas cerca de ambas

—Si, lo prometo—Contesta con un tono muy seguro

—Medio felices—Murmuro recibiendo una sonrisa por parte de Hopper, Sin esperar mas los tres comenzamos a comer el desayuno preparado anteriormente por el mayor.

[。。。]

Cierro mis ojos con fuerza al sentir como la sangre ya comenzaba a subirme a la cabeza, corro mi vista y la poso en Once que tenia una sonrisa pasmada en sus labios. Estábamos haciendo una especie de competencia para pasar el rato, ambas sentadas en la orilla de la cama con nuestra cabeza hacia abajo. Por mi parte ya comenzaba a sentirme mareada pero si perdía tendría que darle mis waffles de desayuno a Once y no quería hacer eso.

—Ya rindete—Hablo mientras paso mi mano por el abdomen de la chica para hacerle cosquillas, ella suelta una risa y aparta mi mano con rapidez para luego pegarme con una almohada haciendo que mi cabeza choque contra el suelo y mi cuerpo caiga de lado.

Once se endereza para festejar su triunfo, mientras yo sobo con cuidado la zona del golpe.

—Eggos—Pronuncia la chica con felicidad dejándose caer en la cama, causando una sonrisa en mi.

Pero esta se borra al oír unos golpes en la puerta principal, la contraseña. Ninguna de las dos movió un pelo, no estábamos dispuestas a hacerlo, el rompió su promesa.

—Oigan niñas..abran..se que me retrasé pero tengo dulces..y traigo de los buenos—La voz de Hopper con suerte se podía oír desde nuestra habitación—Por favor ¿Podrían abrir la puerta?..me voy a congelar aquí afuera—con un pesado suspiro, Once se dispone a destrabar la cerradura de la puerta principal, seguido de eso se oyen los pasos de Jim ingresando a la cabaña y acercarse a la puerta de nuestra habitación, que también estaba trabada—Niñas...abran la puerta—Su voz soba detrás de la fina madera pintada de verde—yo..me retrase en un sitio y perdí la noción del tiempo...lo siento—Otro silencio—¿Podrían abrir la puerta?—seguido de esto se oyen los pasos del hombre alejándose de nuestro cuarto—Muy bien, me quedare aquí afuera, comiendo todos estos dulces, y voy a engordar...es muy peligroso dejarme fuera, podría darme un ataque al corazón o algo—

Me levanto del suelo y me acerco a la pequeña mesa de luz que descansaba a un lado de mi cama, abro el cajón y de el saco una barra de chocolate, que días atrás Hopper me había regalado y yo había guardado, al contrario de Once que ese mismo día se comió sus Eggos. Me acerco a la cama de la castaña hasta poder sentarme a su lado.

—¿Chocolate?—Pregunto mientras le quito el envoltorio y la rompo por la mitad, para luego ofrecerle un pedazo a mi hermana, quien no tardo en recibirlo y darle un mordisco.

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Doce // Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora