||Capítulo 8: Patrullar||

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Gustabo estaba emocionado, haría 10-33 por primera vez.

Le habían asignado de binomio a Torrente, un oficial, como debía de ser, alguien de rango mayor al de él.

Con emoción y un poco de timidez se dirigió al parking de comisaría, dónde habían varios agentes sacando sus coches patrulla.

El omega le tocó el hombro a un chico rubio.

–Disculpe compañero, me asignaron binomio con Torrente, pero no sé quién es–

El alfa volteo a ver al nuevo y le sonrió amable.

–Torrente aún no llega al parking, mi compañero tampoco, así que hay que esperar–

Gustabo asintió quedándose de pie a una distancia prudente.

–Mi nombre es Yuu, tu eres Gustabo ¿Verdad?–

Dijo con curiosidad.

–Si, mi nombre es Gustabo–

–Brown ayer estuvo diciendo que había estado molestando al hijo del Super sin saberlo, estaba muy cagado–

El omega solto una risa siendo seguido de Yuu.

–Joder, según a él no le importaba eso–

–Se hace el duro–

–Yuu, preséntamelo–

Dijo Leónidas llegando al lado y pasando el brazo sobre los hombros de Yuu.

–El es Gustabo, el hijo del Super–

–Ya veo, mucho gustoh Gustabo, yo soy el putoh sheriff Leónidas–

–Un gusto–

Dijo Gustabo riendo un poco, hablaba gracioso.

Leónidas y Yuu se habían ido mientras hablaban de quién tenía de los dos la posibilidad de ser el yerno del Super, claro, sin que Gustabo escuchara nada.

–Debes ser Gustabo, ¿No?–

El omega volteo.

–Ah, si si, ¿Usted es Torrente?–

–Así es compañero, perdón por la tardanza pero el comisario Greco me dijo algunas cosas sobre los presos de las celdas 1 y 3–

–No pasa nada–

Torrente sacó su Z y Gustabo subió junto a él.

–¿Primer 10-33?–

–Sip–

–Bien, comencémos–

Arrancó el motor y salieron de comisaría.

–Debes estar pendiente a los avisos y entornos–

–10-4–

Y comenzaron a ir por las calles de los santos.

[•••]

–¿Pongo la multa?–

–Adelante–

Gustabo asintió y comenzó a redactar una multa de mal aparcamiento.

–¿No podemos hacer un trato? 5 reparaciones gratis en la semana–

–¿Cómo?–

Gustabo lo miró confundido mientras Torrente hablaba por radio recargado en el patrulla mirando al lado opuesto.

–Nada nada–

–Bien–

Mientras Gustabo escribía la multa, un chico en bicicleta iba demasiado rápido y sin poder frenar.

–¡Cuidado!–

Gritó el de la bicicleta, Gustabo alzó la mirada pero no alcanzó a reaccionar rápido, pero el mecánico lo tomó de la cintura pegándolo a su cuerpo evitando así un accidente.

El de la bicicleta pasó rápidamente pero aún así se estrelló en una señal.

–Ya se mató–

Dijo Torrente que había volteado al escuchar "cuidado" así que se dirigió al sujeto.

–¿Estás bien pequeño?–

Susurró al oído de Gustabo, ocasionando que su piel se erizara un poco.

–S-si si, em, tenga–

Le entrego la multa con un sonrojo en su rostro, haciendo sonreír ladino al mecánico.

–Bien, la pagaré cuando pueda–

–Está bien, y debe hacerlo, recuerde que la policía siempre llevamos un control de multas–

El omega rápidamente entró al patrulla evitando ver al mecánico mientras Torrente subía esposado al sujeto de la bicicleta sin frenos.

[•••]

–¿Sabías que a tu padre le cae mal el jefe de los mecánicos?–

Dijo Torrente mientras conducía el Z de vuelta a patrullar, ya habían procesado al detenido.

–Si, un tal Armando, ¿Porqué?–

Torrente soltó una pequeña risa con la vista en el camino y soltó una sonrisa pícara.

–El mecánico era Armando, y no creas que no ví lo que pasó y esas mejillas sonrojadas, a tu padre le daría un patatus si se entera–

Gustabo se quería morir, había sido vergonzoso el momento, aunque igual gracias a eso se evitó un accidente.

–Joder–

Murmuró.

–No te preocupes pequeño, no diré nada–

Y Gustabo le sonrió en forma de decir gracias.


































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Tengo sueño y hambre unu

El Hijo Del Superintendente ≠Gustabowl≠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora