UNO

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El sonido de la llovizna des concentraba la atención de los estudiantes, quienes intentaban ver lo mejor de la película que el profesor de historia les había puesto para celebrar que era el último día de clases. 

El verano había comenzado y solo faltaba el sonido de la campana para dar anuncio a ello.

Dan Haggard, tan inexpresivo y sin ganas de ver la película, se encontraba sentado hasta la última fila junto a sus mejores amigos Alice y Evan. Miraba hacia la calle, viendo como pasaban algunos autos o personas que intentaban ocultarse de la tormenta.

Estaba jodida mente aburrido.

Sus pensamientos eran vagos, mientras miraba por la ventana, se preguntaba si el agua estaría fría una vez que llegara la hora de irse a casa, si su madre preparó algo para celebrar o sí el sobre de galletas de la alacena aún estaría lleno.

A través de los diálogos de la película y los golpeteos de las gotas de lluvia resonando en el techo, intentaba mantener la mente en blanco y relajarse un segundo. No había dormido nada durante la noche, sus noches últimamente se fijaban en un insomnio que ni con medicamentos podía contrarrestar.

Si lograba dormir, tenía pesadillas y no lo dejaban volver a conciliar el sueño.

Se sentía acabado.

De pronto comenzó a sentir algunos golpes en su cabeza, eran leves, como si estos no quisieran hacerle daño. Levantó la cabeza y vio a su hermano enarcar las cejas con una sonrisa que apenas lograba verse como una mueca.

― ¿Qué haces aquí?

Preguntó Dan confundido, su hermano solo se encogió de hombros metiendo las manos en sus bolsillos.

― Deberías despertar de una vez.

― ¿Qué? ― Intentó volver a preguntar, pero una repentina sacudida lo trajo de vuelta a la realidad. Y la realidad era Alice Browne, despertándolo de su pequeña siesta.

― ¿Qué te sucede? ― Dijo entre dientes susurrando para no ser sorprendida―. Si el profesor te descubre te pondrá a limpiar el laboratorio antes de irnos.

― Lo siento, no he dormido nada.

― ¿Otra vez?

― Chicos, los quiero, pero es el último día y no quiero ser reprendido ― Les dijo Evan entre susurros sin despegar la vista del profesor―. Este sujeto está esperando una oportunidad, no se lo dejen tan fácil.

― Eres su favorito ¿De qué te quejas? ― Soltó Alice por lo bajo.

― Que quiero seguir siéndolo.

Dan río y se giró mirando a la ventana, había pasado un tiempo en que no soñaba con su hermano y ahora con ese sueño tan repentino, le trajo sensaciones que quería dejar atrás.

Sensaciones y pensamientos que no quería repasar.

Al sonar la campana todos en automático se levantaron para salir de la escuela. Las vacaciones finalmente habían comenzado.

Dan y sus amigos caminaron por el estacionamiento hasta llegar al auto de Alice.

― ¿Qué harán esta noche? Mi padre tiene turno así que tendremos la casa sola.

Planteó Evan subiendo al asiento del copiloto.

― Trabajare esta tarde, estoy libre a las ocho ― Dijo Alice encendiendo el coche ―. ¿Y tú Dan?

― No creo ir, quiero dormir, estoy muy cansado.

― Deberías decirle a tu madre, no es normal, llevas semanas así Dan.

COLD SUMMERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora