Far // hs. + lt. - [Traducción]

Capítulo 1; Louis

Far; Capítulo 1; Louis

        'Querido Louis:

Mi nombre es Harry. Tengo 20 años. Y estoy en un agujero tan profundo del que ni siquiera puedo salir. Hoy me siento como el tiempo, gris y triste. He estado debatiéndome durante la pasada media hora sobre si debería mandarte esta carta o no. Perdón, el papel está un poco arrugado por eso. Al principio pensé que no la debería mandar.

Después de todo, eres tan sólamente un extraño. Podrías tener 50 años y estar felizmente casado, a la espera de nuevos nietos. Pero, honestamente, no me importa cuántos años tienes, ahora mismo ese no es el punto.

Si has llegado a leer hasta aquí, estás obviamente intrigado. Bien, Louis, te escribí esta carta no porque sea un stalker o algo parecido, sino porque me sentía un poco encerrado. Mi vida se rompe en pedazos, y tal vez escribiendo mis sentimientos, podría sentirme mejor. Énfasis en el 'tal vez'.

Este es el momento donde quizá quieras volver atrás, romper este papel y tirarlo a la papelera. No te preocupes, lo olvidarás en un día o dos. Tal vez en unas horas. Pero si te agrado y eres tan increíblemente curioso como para seguir leyendo la carta que te envía un desconocido expresando sus sentimientos, adelante. 

Louis, ¿Alguna vez has tenido uno de esos días en los que simplemente te sientes cansado y triste, y no sabes por qué, y sólo quieres meterte en la cama, abrazar tu almohada y llorar porque sí? Probablemente no, no lo sé. Pero eso es lo que siento yo cada día. Mi terapeuta dice que no es normal. Ella piensa que estoy roto, y que me puedo arreglar con algo de tratamiento y pastillas diarias, pero lo que hace es volverme aún más loco.

Todavía puedo sentir el dolor en mí, Louis. Sigue ahí, y me está arañando por dentro. A veces, tengo 'ataques de pánico extremo', como los llama mi terapeuta. He tenido uno hace unos minutos. De alguna manera, escribir esto me ha calmado. Aunque, todavía está ahí.

A veces, finjo que estoy muerto. Que mi cuerpo sin vida se para sobre la cama y nadie lo encuentra hasta semanas después (cuando mi alquiler no es pagado y el loco casero viene a pedir el dinero). Simplemente estoy ahí, tumbado, intentando dejar mi mente en blanco, intentando no respirar, pensando que el mundo se ha desvanecido y que todo estará bien. Un día tuve el valor de hacerlo. Tomé un bote entero de pastillas para dormir. Estaba destrozado, estaba débil, y estaba seguro de que moriría.

Supongo que Dios tuvo un enfermo sentido del humor aquel día. Sobreviví.

Después de aquello, en cierto modo me tuve que forzar a hacer cosas diarias y obligatorias, como era ir al trabajo, y volver a casa. Es como uno de mis pensamientos que yace en el fondo de mi cabeza, repitiendo una y otra vez: '¿Cuál es el punto de hacer todo esto?'

De hecho, el punto. Es como un mantra. Se repite cada vez que necesito hacer algo. Mi terapeuta dice que es un síntoma de depresión. Supongo que el punto de estar al borde de la muerte me asustó, y me siento vacío todo el tiempo. Como si una parte de mí sí hubiera muerto.

Por las noches, lloro. La mayoría del tiempo pienso sobre eso. Sobre cómo mi vida se ha vuelto una mierda. Mi madre quería que fuera cantante, decía que tenía una bonita voz y un gran espíritu. Me grabó una vez, me pilló cantando Beyoncé frente al espejo. De todos modos, ella pensaba que era realmente divertido y reclamó que lo guardaría para que todos sus nietos lo admiraran.

Murió cuando tenía dieciséis años. Mi padre me abandonó, al igual que mi hermana lo hizo años más tarde. Ahora, la única persona a la que tengo es a tí, a un completo extraño.