Yoongi observó una última vez a la persona que había osado verlo a los ojos, antes de que este cayera sobre sus rodillas escupiendo algo de sangre—nunca mires a los ojos de tu amo—dijo el rubio antes de volver a golpearlo.
Todos se preguntaban cómo podía existir alguien tan cruel y sádico, más nunca se atrevieron a decirlo más allá de sus pensamientos, no hasta que cierto castaño se cruzó entre el pobre hombre que yacía tendido en el suelo y el joven heredero de la dinastía min. Lo próximo que los espectadores vieron fue al valiente castaño ser cargado por el rubio, como si fuese un costal de papas.
—tendría que darte un castigo por humillarme ante todos, pero prefiero tenerte aquí—murmuró el rubio mientras acariciaba con delicadeza la mejilla del castaño.
—si escapo de ti es porque no me interesas, deja de buscarme—respondió arisco el castaño antes de ser besado por el rubio, beso que no duró demasiado gracias a la mordida del castaño.
Yoongi se separó bruscamente y el castaño supo que no debió haber hecho aquello— me gustas demasiado pero no tientes tu suerte taehyung— dijo el rubio antes de abandonar aquella habitación donde tenía escondido al castaño.
Taehyung un inocente campesino que solo pasó por el castillo de los min a dejar un encargo de su padre, un florista. se había convertido en el nuevo capricho del joven heredero— nunca podré escapar de él— murmuró con la voz entrecortada recordando el estado deplorable en la que el rubio dejó a su padre.
Yoongi se preguntaba porque aquel castaño simplemente no lo aceptaba mientras soltaba un par de maldiciones, había hecho tantas cosas por él, incluso intentó cambiar su actitud pero al verlo conversar animadamente con uno de sus empleados desechó esa idea, así como se encargó de aquel sujeto— no pienso dejarte ir tan fácilmente— murmuró el rubio mientras veía la puerta entreabierta de la habitación del castaño, en la cual se podía observar como el moreno observaba el exterior a través de una ventana.
El castaño se vio sorprendido cuando encontró acostado a lado suyo al rubio y lo observó por un momento, preguntándose cómo alguien con rasgos tan delicados podía ser tan cruel. Al apartar un poco la mirada pudo ver las llaves de la habitación en la que se encontraba, colgadas en el cuello del pálido y cuando estuvo a punto de tomarlas sintió como su mano fue tomada por una más fría y pálida— pensabas escapar? — murmuró el rubio mientras posaba su mano libre sobre la cintura del moreno— no es necesario, te daré la oportunidad de luchar por tu libertad— dijo yoongi mientras dejaba leves caricias sobre la cintura contraria y sonreía con sorna al ver miedo en los ojos del castaño.
Taehyung sabía a qué se refería, pero creía que después de haberse negado la última vez el rubio no volvería a mencionar aquello. Pero el moreno también sabía que si volvía a negarse no volvería a tener una nueva oportunidad para luchar por su libertad.
El sol resplandecía mientras una figura esbelta se asomaba sobre la ventana observando lo que le esperaba en el exterior, recordando a su padre y sonrió con tristeza al imaginarse el rostro iluminado de su querido padre.
Los pensamientos del moreno se vieron interrumpidos cuando escucho como su puerta fue tocada, avisando que la hora de luchar por su libertad había llegado.
Las reglas eran simples, un rasguño y su libertad le sería entregada según lo dicho por el rubio.
Ahora dos personas se encontraban con la respiración agitada mientras uno de ellos sonreía al ver el estado deplorable del otro, sonrisa que se borró al ver caer unas cuantas lágrimas de los hermosos ojos del castaño. Recordando la sonrisa que este ya hacía tiempo no mostraba.
—te amo—dijo yoongi mientras se acercaba al castaño y sostenía la katana de este entre sus manos y la situaba sobre su rostro—hazlo taehyung—dijo mientras alzaba la voz y el moreno cerraba los ojos haciendo caso ante lo dicho por el rubio.
No hubo más palabras y taehyung se acercó al rubio a tratar de ayudarlo pero solo obtuvo palabras hirientes, no teniendo más opción que huir de aquel lugar sin mirar atrás, mientras lagrimas bajaban por sus mejillas. Porque sabía que si lo hacía volvería a sus brazos.
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heredero sádico | yoontae
Short Storyyoongi es el sádico heredero de toda la dinastía min y siempre obtenía lo que queria, todo menos el amor del campesino que habia elegido como futuro esposo y a quien solo lograba ahuyentar. cansado de ello yoongi decide luchar por el amor del joven...