CAPÍTULO 21

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Mis ojos fueron a observar la imagen que estaba en el espejo. Lena con sus mejillas levemente sonrojadas y el color de sus ojos en un tono de verde oscuro. Pero en un parpadeo nuevamente los pensamientos de que esto estaba mal me abrumaron.

—Deja de pensar tanto— dijo Lena, de forma cariñosa interrumpiendo mis pensamientos.

Su próximo movimiento fue darse la vuelta haciendo que quedaramos cara a cara y sus manos fueron a mi rostro, en donde con sus pulgares dio leves caricias a mis mejillas y en su rostro apareciera una sonrisa.

—No te merezco, Lena— dije con sinceridad y con un leve dolor en mi pecho.

—Dices que me necesitas y ahora estás retrocediendo, no creo que eso sea justo— dijo ella, en tono de broma y a la vez haciendo que el dolor en mi pecho creciera.

Nos quedamos en silencio, ambas mirando el rostro de la otra. Ella sentía felicidad, tranquilidad, mientras que yo solo sentía dolor y culpabilidad, pero el deseo de entregarme a ella todavía no desaparecía. Y de esa manera pasaron los segundos, los cuales se sentían como si fueron una eternidad y de un momento a otro, sus labios estaban devorando los míos, sentía que me dejaba aturdida y su aroma llegando a mis fosas nasales me dejaban rendida a sus pies. Era como si entrara en un trance el cual no quería salir.

En un movimiento mis manos quitaron la toalla humeda que cubría su cuerpo haciendo que esta cayera al piso y aunque mis ojos todavía se encontrarán cerrados disfrutando de aquel beso apasionado, sabia que su cuerpo era una obra de arte. Sabía que su belleza no era de este mundo y de ninguno otro, ella era única.

Nuestros pies se comenzaron a mover y de pronto nos encontrábamos tropezando con el borde de la cama y cayendo de una manera un poco torpe en esta. La risa de Lena se pudo escuchar en toda la habitación y una sonrisa apareció en mi rostro al oír tan maravilloso sonido. Mi mano apartó unos mechones de cabello negro de su rostro, mientras todavía estaba hipnotizada por lo hermosa que es ella.

—¿Preparada Williams?— preguntó, sus ojos mirando fijamente a los míos.

Y de pronto no supe qué responder, nunca había estado con alguien de esta manera haciendo que sintiera un poco de vergüenza. Durante la adolescencia no experimente aquel acto carnal y menos cuando Lillian apareció en mi vida para alejarme de aquella vida normal. De hecho ahora que me detenía a pensar... Lena ha sido el primer ser con quién he tenido un vínculo tan sentimental. Pero a pesar de esto, debo agradecer aquellas clases relacionadas al vínculo íntimo entre los humanos que me llevaron a la curiosidad de investigar más sobre el tema. En ese entonces no le veía lo interesante, pero esté momento junto a Lena empezaba a comprender todo.

El levantamiento de su ceja izquierda esperando una respuesta por parte de mi hizo que saliera de mis pensamientos y enseguida estuve sonriendo junto a ella. De pronto sentía que estaba más que preparada y unirme a Lena de otra manera se hizo una maravillosa idea. Quería que ella fuera para mi y ser para ella.

Puede ser que ella ya ha estado de está forma con alguien más, pero no me importa en lo absoluto.

—Lo estoy, Luthor— dije bajando mi cabeza, analizando por primera vez su cuerpo.

Cuando llegué nuevamente a sus ojos, sus mejillas se encontraban de nuevo sonrojadas y su respiración comenzaban a ser irregular. Mis labios rozaron levemente los suyos en provocación y sus manos rápidamente fueron a sujetarse a mis hombros, provocando que mi cuerpo comenzará a tensarse.

Sus labios se quedaron entreabiertos esperando a los míos y sin ganas de hacerla esperar fui a ellos. Una vez más el beso era desesperado y sus manos fueron rápidamente a los botones de mi camisa, pero a sus dedos se les hacía un poco difícil desprenderlos.

Lena Luthor y Tú | Mi MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora