₱ɌɆ₮₮¥ ₲ƗɌⱠ [Fᴀᴅɪᴇ]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐞́𝐢𝐬

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dos alguien.

En la casa Sink lo único que podían oírse eran gritos, la pelirroja quien aún tenía su ropa completamente mojada estaba parada a un lado del sofá color blanco inmaculado, mientras que Lili la apuntaba con el dedo índice recordándole cada segundo lo inservible e insoportable que era.

──¿Incendiar la escuela? ¿En qué estabas pensando? ¿Acaso estás loca? ¡Estamos hablando de un delito grave!──gritaba Lili caminando nerviosa de un lado a otro──¿Tienes idea de lo que pueden hacer? ¡Nos pueden demandar y quitarnos todo lo que tenemos! ¡Lo cual no es mucho por si no lo notaste!

Sadie apretó sus labios pensativa──¿Pueden llevarme al servicio social?

──¡No estamos hablando de eso ahora!──gritó moviendo descontroladamente sus manos, luego suspiró──Tú insolencia me tiene harta ¿No te bastó con arruinar nuestra familia que ahora quieres arruinar nuestra imágen? Esto es serio Sadie, no voy a dejar que sigas destruyendo todo a cada paso que das ¿A qué costó vas a seguir intentando llamar la atención?

──Yo no arruiné la familia, fuiste tú con tus estúpidos ideales y estereotipos──respondió gritando a la vez que un nudo se formaba en su garganta.

Lili suspiró──Yo no fui la que arruinó un matrimonio por andar espiando detrás de las puertas

──¿Ahora es mí culpa que papá te haya engañado?──se cruzó de brazos──Disculpame si no te dejé vivir en una mentira──rodó los ojos tras el comentario sarcástico.

──No voy a dejar que estropees mí relación con Bart por tus estúpidos caprichos

──¿De que carajos estás hablando?

Lili se dirigió a una de las estanterías y se sirvió un vaso de whisky, luego de beberlo habló:──¿De qué piensas que estoy hablando? ¿Acaso no has notado el daño que me hace tener que hacerme cargo de tí?

──¿Daño? ¿De qué se supone que estás hablando? Jamás te hiciste cargo de mí──sus ojos habían comenzado a tornarse rojos y a cristalizarse──Siempre tuve que cuidarme sola porque para ti era más importante tu insignificante imágen

──No te voy a permitir que me hables así, no te eduqué para que desprecies las cosas de los demás

Sadie mordió su labio conteniendo un porcentaje de su ira──¿Qué es lo que quieres?

──Me gustaría tener una hija que se comportará y que cuidara su imágen──se cruzó de brazos apretando sus labios──Pero no puedes ser Sofía, eso claro está

──¡¿Puedes dejar de compararme con cada persona que entra a esta maldita casa?!──gritó deshaciendose de aquel nudo en su garganta.

Su madre no tenía ni idea de lo que era aguantar los comentarios sobre su cuerpo, sobre su personalidad, sobre su forma de comportarse, básicamente sobre todo lo que ella hacía, las comparaciones que Lili ejercía eran incesantes y Sadie ya estaba harta de tener que soportar cada uno de ellos como si estuviera bien.