El Hijo Del Superintendente ≠Gustabowl≠

||Capítulo 10: Cena||

Gustabo había llegado a casa, el Superintendente tenía unas cosas pendientes con los comisarios, así que Gustabo estaba sentado en el sofá solamente con una camiseta larga de pijama cubriendo su ropa interior y sus pantuflas de pollito, dejando ver sus hermosas piernas.

Con el control remoto en mano, cambiaba de canal una y otra y otra vez, nada le llamaba la atención.

–Nunca hay nada bueno–

Suspiró y se puso de pie, tenía hambre, tenía planeado esperar a su padre para cenar juntos como siempre hacían, pero si hacía la cena antes de que llegara no pasaba nada y sería mejor.

Se dirigió a la cocina y sacó lo que haría de cenar para él y para Conway.

Lasaña.

Nunca había hecho lasaña en su vida, pero la semana pasada mirando videos en YouTube le llamó la atención hacer una lasaña, así que compró los ingredientes, pero como le daba pereza hacerla no la había hecho por el momento.

Pero éste, éste era el momento de experimentar.

–Bien–

Puso su móvil a un lado con el volumen al máximo por cualquier cosa, y se lavó las manos muy bien.

[•••]

–Ya llegué Gustabín–

Dijo Conway entrando por la puerta de su hogar seguido de los 3 comisarios, pues tomarían algo esa noche.

–¡Llegas a tiempo! Hice–

El omega había salido de la cocina, los tres alfas detrás de su padre se quedaron viendo sus piernas quedándose bobos.

Rápidamente Jack empujó a los tres fuera de su gran apartamento lujoso y les cerró la puerta en la cara.

Había olvidado que su hijo siempre utilizaba solamente esa vieja camiseta de pijama.

–Joder, no sabía que venían–

Dijo muy avergonzado Gustabo.

–Mi culpa, ve a ponerte un pantalón–

Gustabo asintió y rápidamente se fue escaleras arriba donde estaba su habitación.

Nuevamente Conway abrió la puerta dejando ver a tres alfas pensativos y sonrojados.

–Joder, pasen capullos, ya se fue a poner pantalón, y dejen de apestar, parecen adolecentes–

Gruñó y los comisarios entraron.

–Huele muy bien aquí–

Dijo Greco al sentarse en unos de los sofás.

–Gustabo hizo de cenar seguramente–

Dijo Conway aflojando su corbata.

–Seguro se le da muy bien la cocina–

Dijo Volkov tomando asiento.

–Ya me dió hambre–

Se quejó Ivanov.

A los segundos Gustabo volvió a bajar rápidamente las escaleras con una pantalón de pijama.

–Papá, te decía que hice lasaña, solo que, nunca miré los vídeos hasta el final y son 8 porciones–

Dijo un poco tímido por lo sucedido anteriormente.

–Así que como están los comisarios, podemos cenar todos muy bien–

–Me agrada la idea–

Dijo Ivanov que le rugia el estómago.

–Bien, vayamos a la cocina entonces–

Dijo Conway mientras Gustabo entraba a la cocina para servir.

Al entrar a la cocina el olor se había vuelto más fuerte y rico, incluso la boca se les hacía agua.

Habían cenado de maravilla, y mientras los superiores habían tomado vino, Gustabo un jugo de sus favoritos.

Y Conway comenzaba a sospechar algo que alertó su instinto de protección.

¿Porqué no dejaban de ver a su bebé? ¿A caso creen que no se da cuenta cuando sueltan su olor de manera sutil para llamar la atención de su Gustabín?

Oh no no no, su Gustabín no sería de nadie, aún estaba chiquito, no lo permitiría.

Aunque claro, la elección de estar con alguien es de Gustabo.

Y pensar en alguien que se llevara a su pequeño le preocupaba, no quería que se lo llevaran de su lado.

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/suelo

Iré a comprarme unos chiclosos con mi abuelita que tengo ganas jsjs