Ethan
Se escucha a lo lejos un molesto sonido.
Una y otra y otra vez, pero parecía irreal, como si lo estuviera escuchando en mis sueños, no era un sonido claro.
Abro rápidamente los ojos y me doy cuenta que estoy en mi cama. La luz del sol ilumina mi habitación, calculando que son como las ocho de la mañana, salto de mi cama como un loco quitándome la pijama y quedando en bóxer.
¡Ay no, iba tarde al colegio!, ¡de nuevo!.
Mis pies se enredan con mi pantalón y caigo de panza en el piso.
Auch.
Se vuelve a escuchar.
Espera. Ese no es el despertador. Volteo mi cabeza, aún en el suelo y veo el reloj que está en la mesita de noche. 12:00 pm.
¿Qué día es hoy?
Oh, es sábado, y ese es el timbre de la puerta.
Genial, me levanto del piso quejándome de dolor por el golpe y me pongo de nuevo la pijama. ¿Quién rayos viene a esta hora un sábado?
Porque no entienden que la gente merece dormir hasta tarde, pero nooo, ellos vienen a joder desde temprano.
Salgo gruñendo de mi habitación para ir a abrir la puerta y con suerte poder dormir de nuevo después.
Cuando llego a la puerta y ésta se abre dejando ver a una peli negra que me ve con ojos alegres y una sonrisa encantadora que podría brillar incluso más que el sol del amanecer y junto a ella, Hunter.
—¿Qué haces aquí? —pregunto con mi cara de pocos amigos.
—¡Holaa!, Ethan. —saluda eufóricamente observándome detenidamente de pies a cabeza—. Emm, ayer... Me invitaste a comer—. Observo como sus mejillas se tornan rojas después de decir eso.
Enarco una ceja confundido por lo que acaba de decir.
—Veo que lo has olvidado—, sonrió incómoda bajando la mirada.
A la mierda. ¿Era hoy?
—Bueno, emm, ¿Quién almuerza a ésta hora?, aún es muy temprano, creí que vendrías más tarde.
—Puues, una persona normal sí lo hace.
—Yo ni siquiera he desayunado. Y por cierto me acabas de despertar.
—Dios, Ethan, es medio día ya.—rodó los ojos.
—Bueno, está bien, te parece sí voy arriba, me baño y cambio de ropa y luego bajo y pedimos una pizza para comer—, intenté sonreír pero al final solo me salió una mueca que seguramente se vio horrible.
—Está bien, pero no te tardes, Hunter y yo tenemos hambre—, le sonrió a su perro.
Nunca había conocido a alguien tan... ¿Cómo podría describir a Natt?, ¿molesta?, sí, era molesta. Pero al mismo tiempo era... Divertida, tenía una personalidad muy curiosa, y alegre, tan alegre que podía sacar de quicio a cualquier persona normal. Por alguna razón, las personas con exceso de energía me molestaban.
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Su mirada en mí
Mystery / ThrillerEthan Cooper es un chico de 17 años, un poco solitario, vive en un pueblo pequeño, no tiene muchos amigos puesto que es pésimo socializando y además no le interesa tenerlos. Su vida es completamente normal hasta que conoce a Natt, una dulce y tierna...