El Cordero Post Mortem.

528 35 11
                                    

"Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio"

-Julio Cortazar

Si alguien alguna vez me hubiera preguntado por el momento exacto de mi muerte, jamás hubiera apostado por esto, pero tengo que reconocer sin temor a equivocarme, que tu me cambiaste.

Desde el primer momento cuando buscaste mis ojos y demandaste por ellos, exigiendo como siempre tus elegantes peticiones, supe que tu y yo teníamos algo en común. Ambos vivíamos alejados de la realidady en un mundo aparte, uno en el cual, las personas rara vez se atreverían a ir.

Cómo experto psiquiatra, te metiste en mi mente así como yo en la tuya, mientras que jugábamos este retorcido juego, sin saber quién de los dos jalaba los hilos.

En un principio, mi instinto de pescador quería atraparte. La admiración que sentía por ti se transformó en odio al saber tu naturaleza, al enterarme la forma tan despiadada con la que habías asesinado a todas tus víctimas, pero, con el paso tiempo, llegué a comprender que la razón de mi odio era porque en realidad no quería aceptar la verdad. Tú y yo somos tan parecidos, como dos piezas opuestas de un mismo rompecabezas, porque cuando mi rostro empezaba a diluirse, el tuyo apenas comenzaba a dibujarse.

Me regalaste tres años de una vida pacífica, incluso te diste el lujo de darme una esposa y un hijo, Hannibal Lecter nunca había sido tan compasivo, pero supongo que eso también lo aprendiste de mi. 

Como buen cazador, supiste esperar a tu presa, sabiendo de antemano que esos tres años lejos de ti, solo me servirían para acercarme más.

Mi vida sin ti era como un interminable ciclo de abstinencia, pero la vida contigo era aún más peligrosa. La adrenalina corría por mis venas cada vez que estábamos juntos, porque solo estando a tu lado podía ser ese Will Graham, sin el temor de sentirme un extraño.

Me horrorizaba pensar que si alguien más te atrapaba, no se tentaría el corazón para matarte, así que tenía que ser yo, porque prefería mil veces verte encerrado en una jaula, a que Jack me dijera que habías muerto.
Es por eso que apenas y me recupere te seguí hasta Italia, y a decir verdad, te hubiera seguido a donde sea, pero tú tenías otros planes, porque cuando el mundo pierde a un depredador, otro nuevo renace.

Francis Dolarhyde, mejor conocido como el gran dragón rojo, no dudó ni un segundo en ocupar tu lugar, pero aún así, el destripador de Chesapeake era el único rey. El único que realmente se merecía estar sentado en el trono.

¿Sabías que eres la única persona que conozco, que puede seguir varias vidas a la vez? Como si fueras esta especie de Dios, que mira todo cuidadosamente bajo su lupa. Nadie más que tú sabía lo que iba a pasar, y aún así decidiste hacerme daño, porque a pesar de sentirte hambriento lograste resistir gracias a tu amor hacia mi, conformándote solamente con simples migajas, todo para que al final, tú y yo estuviéramos aquí, en el momento preciso de mi transformación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

One Shots - HannigramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora