[ᴍᴀʀᴀᴜᴅᴇʀs ᴇʀᴀ]
Selene ha crecido bajo el techo y la tiranía de la familia Black, pero a diferencia de ellos, ella y su hermano Sirius siempre han estado en contra de su ideología purista y nunca han tenido miedo de defender su punto de vista. Por e...
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1975 ― Cuarto Curso
— ¿Dónde estuviste anoche? — le preguntó Lily Evans más tarde ese día, en la biblioteca, luego de notar que desapareció de la cena de un momento a otro sin dar ninguna explicación — Vanya dijo que no llegaste a tu cuarto, nos preocupamos bastante antes de que llegaras al desayuno.
— Si hubiese sido por ella se hubiese comido todo lo que había en la mesa — recibió el golpe de su amiga con una sonrisa.
— ¿Recuerdan eso que dijo Vanya sobre Remus y que esos chicos estaban actuando muy extraño? — les susurró, para que no las regañaran por hablar muy alto. Alguien que pasaba cerca soltó un suspiro, por lo que ella habló incluso más bajo, sintiendo como si fueran espiadas en ese momento más que nunca — Escuché que tenían que irse luego de la cena, por eso les seguí.
— ¿Era aquello? Merlín, te dije que tuvieras cuidado cuando siguieras a esos niños, sabía que escondían algo.
— ¡Tu dijiste que no sabías donde estaba! — la bibliotecaria siseó con fuerza para hacerlas callar, Lily negó con la desaprobación que la caracterizaba, no era la chica que rompía más las reglas, apenas se atrevía a hablar bajo en clases y trataba que sus amigas hicieran lo mismo incluso cuando no estaban juntas. Eso no era necesariamente malo, Lily tenía sus formas de divertirse, solo que estás no requerían estar en peligro o bajo presión.
— ¿Y que ibas a hacer, eh? ¿Ir detrás de ella? No seas ridícula, Lils.
— Suficiente, aun no termino con la historia. Bien, los seguí desde lejos y vi que salieron a los terrenos del colegio, llegué a la puerta y ¡me bañaron en vinagre! — cuando sintieron que Madame Pince se levantaba de su escritorio hecha una furia, las chicas guardaron sus cosas y salieron corriendo del lugar.
— ¡Este es un lugar de silencio y estudio, irrespetuosas! ¡Agradezcan que no viera sus rostros o serían vetadas de la biblioteca por el resto de sus años en Hogwarts, lo juro porque me llamo Irma Pince! — chilló con su irritada voz, que les indicaba que cada vez que hablaba era para gritarles a los alumnos, el trío de amigas la ignoró.
— Solo querían volvernos paranoicas, y planeaban lanzarnos tres botes de vinagre, pero todos los recibí yo. Aunque Remus si estaba en el hospital, creo que ha vuelto esta mañana, si no me equivoco.
— No es que te quiera interrogar ni nada parecido, entiendo que no es mí problema, pero eso no suena como algo que tome toda la noche.
— Porque no lo hizo, no dormí tratando de quitarme ese olor asqueroso. Creo que me duche unas diez veces, si no más. Ahora todos los Hufflepuff creerán que me olvide de cómo entrar a la Sala Común, es muy vergonzoso.
