Letras de lluvia

A través del tiempo

Si mi yo del pasado se encontrara con la del presente, realmente se sorprendería.
Y con mi yo del pasado me refiero a mi yo adolescente.

Creo que ya he escrito en innumerables ocasiones acerca del gran cambio en mi vida a partir de la adolescencia, tan significativo para mí.
Y lo repetiré las veces que sean necesarias, tanto para mí como para ustedes, mis lectores.

Como ya sabrán, soy cristiana, y mi fe y espiritualidad son tan importantes para mí, que no podría vivir sin ellas.
En esta ocasión no hablo de un sentido tan literal. Naturalmente que podría vivir, pero no de una manera plena como ahora.

No voy a mentir, en la vida siempre hay altibajos, pero hay Alguien que se mantiene constante, a través del tiempo y de los cambios de la vida.

Todos experimentamos miedos y ansiedades. Hay problemas, angustias y un sinfín de cosas más. Pero lo que siempre me ha mantenido de pie es que Dios me ama, no importando lo que pase. Esto sonará absurdo para muchos, pero tengo mis razones para creerlo. Dios es amor, y el amor lo es todo.

Así como Dios nos ama, nos ha enseñado que debemos amarnos a nosotros mismos. Porque el amor se mantiene inmutable, a pesar de todo.
Nadie dijo que fuera fácil.
Pero tampoco estaremos solos en el proceso.