XIV

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Actualidad

Salgo del baño secando mis lagrimas, estuve bastante tiempo recordando a Aarón que hasta olvide la noción del tiempo. Me sentía más miserable que nunca. Todos mis compañeros me quedan viendo después de haberle gritado a Bryan, a quien ya no quiero ver en pintura.

No me sentía bien, así que salí del instituto, quería estar en un lugar tranquilo, pero tenía mucha hambre. Así que me dirigí al lugar más cercano, la cafetería a la cual fui en la mañana. No quería pasar por el café de la Tía de Sam.

Voy cruzando la calle y escuchó un grito.

-¡Hey Kevin! —era Sam. -¡Ven! Quiero hablar contigo.
Lo miro a los ojos y está muy contento de verme. Sin muchas ganas me dirijo a su café. Al llegar me saluda con un cálido abrazo, realmente lo necesitaba.

-¿Cómo estás? —me pregunta. -¿Has estado llorando?
-Sí. Hoy no tuve un buen día. —respondí. -Tengo mucha hambre. ¿Tienes algún sándwich o un croissant?
-Claro que sí. —respondió con una hermosa sonrisa. -para tí lo que sea.

Trajo el sándwich y un Chai, él lo prepara muy delicioso. Le expliqué el motivo por el cual lloré y sobre Aarón. Él apretó mi mano y me habla sobre Bryan.

-El día que me fui de tu casa, noté que ese chico me quedó viendo muy molesto y cuando ya iba a media cuadra de tu casa él se bajó de su carro a tocarte la
Puerta. Pensé que era algún familiar tuyo.
-Claro que no. —respondí negando con la cabeza. -Él era mi amigo hasta qué conocí a Aarón en el campamento. —mis ojos vuelven a estar llorosos.
-Kevin, no llores. —acerca su mano hacia mi cara para secar la lágrima que salió de mi ojo. -No vale la pena.
-Gracias por escucharme, Sam. Es más, lamento haber sido muy grosero contigo después de estar contigo. -respondí mientras agachaba la miraba.
-Tranquilo, ya pasó. —se ríe y me toca la mejilla.

Sam retira las tazas y el plato donde comí mi delicioso Croissant.

-Por cierto, Kevin. —me dice mientras se acerca a la mesa nuevamente. -Te quiero proponer algo.
-Claro que sí. Dime.
-Quiero que vayamos a San Francisco. Estaré poco tiempo en San Bernardino, y me gustaría conocer más de California contigo. —lo dice mientras me mira fijamente. -Claro, sí tu quieres.
-¿En serio? —respondí alegre. -No he vuelto a ir a San Francisco desde que era muy pequeño. Solo déjame pedir permiso a mis padres, ¿te parece?
-Está bien Kevin. Pero nos vamos mañana, hay que aprovechar el fin de semana.
-Está bien. —respondí. -Hablare con ellos ahorita que llegue a casa.
-Me parece bien.
-Bueno, ya me voy. ¿Cuanto te debo? —saco mi billetera.
-Nada, yo invito esta vez. —Sam toca mi hombro.

Y se acerca para darme un pequeño beso y un abrazo.
-Llámame por favor. —me guiña un ojo.
-Lo haré.

Al llegar a casa, fui a hablar con mis padres para pedirles permiso sobre mi viaje a San Franciso. Mi madre no quería, pero mi padre la convenció de que fuera, ya era tiempo de darme un relax. La única condición era que les presentara a Sam y les diera su numero telefónico.

Corrí hacia mi habitación para avisarle a Sam. Así que le hago una videollamada.

-¿Hola? —Sam atiende mi llamada.
-Sí.
-¿Sí qué? -Responde confundido.
-¡Nos vamos para San Francisco! —respondí con alegría.
-¡Genial! Mañana paso temprano por ti, okay?
-Claro, Sam. Buenas noches.
-Duerme bien, Kevin. Hasta mañana.

Estoy feliz. Tendré un fin de semana completo para relajarme, y será con Sam. Espero que la pasemos fenomenal. Es tiempo de hacer mi maleta, no llevaré muchas cosas, porque es más que seguro que iremos en su moto. Termino de empacar todo y me voy a dormir. La alarma sonará temprano, así que estaré listo.

Día siguiente.
Eran las 6am y Sam vendrá las 7. Me baño, me visto y desayuno. Mis padres están esperando también, ya que quieran conocer a Sam, quien llega muy puntual. Se baja de su moto para saludar a mis papás.

-Mucho gusto padres de Kevin. —saluda de mano a mi padre.
-Pórtense bien y cuida a mi hijo. —dice mi padre.
-No se preocupe, mañana regresamos.

Abrazo a mis padres y me dirijo a la moto de Sam.

-¿Listo, pequeño?
-Listo.
-Vámonos.

No sabia lo que era volar a estar en una moto desde que salía con Aarón. Solamente miraba cómo salíamos de San Bernardino en dirección a San Franciso. Ir en su moto solamente me hacia pensar en una canción "Harleys in Hawaii" de Katy Perry. No estábamos en Hawaii ni mucho menos la moto de Sam era una Harley, pero solamente pensé en el viaje largo de más de 6 horas junto a él y porque me gusta demasiado esa canción.

¡San Franciso, aquí voy!

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2020 ⏰

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Lucky Ones - Afortunados (Novela Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora