Desastrosos Felices para Siempre

Capítulo 11

Jesse (sí, has leído bien)

Me estaba desesperando, cada cinco segundos tenía que recordarme que es mi hermana, que tenía que cuidarla, y eso no incluía estrellarla contra la pared.

¡Qué le había hecho Ashton!

¿Por qué tenía que volver a meterse en mi vida cuando claramente la eché?

Por mi estupidez, por un accidente la había vuelto a traer a mi vida. ¿Cómo podía agradecerle por todo esto? ¿Cómo podía darle la cara después de todo lo que hice?

La use por dinero, arruiné su vida, y de alguna ilógica manera ella pagaba mi hospital y remodelaba mi casa todo para el bien de mi hermana. O Ashton era más tonta de lo que recordaba o yo era un completo idiota por haber utilizado a una persona como ella…

Aunque, para ser sincero, la Ashton de ahora era diferente a la adolescente que conocí en su momento.

Parecía más sincera, más madura…

Lo cual me irritaba más, no quieres que la persona que lastimaste te apoye, se supone que debe odiarte, alejarse de ti.

¡NO ENCANTAR A TU HERMANA Y AMUEBLAR TU MALDITA CASA!

En especial no a lo de la hermana.

—¡Es tu culpa! —llora Abbigail por… no sé ya perdí la cuenta—, le gritaste y por eso no vine más. Ella… ella me iba a llevar a conocer modelos, ella era mi amiga…

Bufo en seco, no creo que la diva de Ashton Wood lleve a mi hermana a algo como eso, no se atrevería, arruinaria su imagen.

Además ¿quien de sus amigas volvería a tener contacto con ella? Después del “incidente” todas le retiraron la palabra.

¡Claro!

Miserablemente eso me hace sentir más culpable.

He de admitir que si llegue a sentir algo por Ashton Wood, un leve sentimiento de cariño que se desarrolló en culpa, era la razón por la que no había tocado el dinero que me dieron por implantar el escándalo.

Y ahora ella lo sabía… lo sabía después de que mi querida hermana le contará todo lo de dinero malo por hacer llorar a una chica, en que ¡MALDITO! momento se me ocurrió decirle eso a mi hermana.

¿Y cómo es que siquiera llegó a conocerla?

El nombre aparece en mi mente antes que pueda pensa

La señora Imogene. Era la única que podría saber que había estado en tal hospital…

Y ENCIMA PAGO TODO.

¡POR FAVOR!

Intenté disculparme y terminé jodiendola más. Ashton se había vuelto más dura y karateka en mi ausencia y… ¡encima la llame Cenicita!

En que cabeza… hasta cuando saliamos odiaba que la llamara de esa manera.

Se supone que me propuse hacer que me odie, ¿ahora como lo hago si tengo tanto que agradecerle?

—¡Llamala! Dile que regrese. Era mi amiga Jesse.

—¡Tienes otras amigas!

—¡NO LAS TENGO!

—Tienes ocho años Abby.

—¡ASHTON ERA LA UNICA QUE QUERIA SER MI AMIGA DE VERDAD!

—YA BASTA ABBYGAIL —rompe mi paciencia—, Ashton no tiene por que venir más aquí.

—Ella me lo prometió —grita y se va corriendo a su habitación—, ¡PERO NO VIENE PORQUE TÚ LA ECHASTE! —cierra con un portazo.

Paso mis manos desesperadamente por el pelo.