Capítulo 30

2.4K 233 7
                                    

— De cualquier manera, los márgenes de ganancia son tan amplios que un decremento en las ventas en ese lapso no afectará. — Amber sonríe satisfecha. — Sin mencionar que el nuevo prototipo estará listo en apenas dos meses, ¿Cierto Barney?

— Menos tiempo que eso, espero. Con las piezas correctas será solo cuestión de ensamble.

— Buen trabajo Barney. — Felicito a mi buen amigo. — Bien pensado señorita Cassidy. Quiero ver el diseño del nuevo prototipo tan pronto como lo tengan listo.

Todos mis jefes de departamento asienten y salen de la sala de juntas en orden y sonriendo. Incluso Joshua, mi jefe de adquisiciones está feliz de no tener que lidiar conmigo personalmente.

Amber se acerca a mí, abriéndose paso entre los rezagados.

— Señor Grey. — Sonríe. — ¿Qué le pareció?

— Tengo que reconocer que has hecho un gran trabajo con ellos estableciendo metas a corto plazo. Estoy impresionado.

Su sonrisa se ensancha y puedo ver el brillo en sus ojos castaños cuando pasa la lengua por su labio inferior.

— Entonces me considero afortunada por recibir un cumplido de Christian Grey.

Su mano se apoya sobre mi brazo, enviando un escalofrío de incomodidad por mi espalda. Intento decirle que se aparte pero no quiero no ser grosero, así que solo doy otro paso lejos de ella, movimiento que no pasa desapercibido para Ana.

— Esa bruja. — La escucho gruñir con la mirada azul puesta en Amber.

Giro hacia donde ella está sentada y camino, Cassidy haciendo una silenciosa retirada. Es cerca del medio día, momento adecuado para tomar nuestros alimentos y volver a la casona sin mas pendientes.

— Aunque te cueste aceptarla — Le digo cuando se pone de pie. — Que Amber esté aqui significa que puedo delegar asuntos para ir a casa contigo.

— Eso me gusta. — Frunce los labios. — Pero no estoy de acuerdo con la forma en que ella te mira.

— ¿Celosa?

— Un poquito.

Pasa sus brazos por mi cuello e inclina la cabeza para presionar sus labios sobre los míos en un beso suave. Esta pequeña chica manipuladora no tiene ningún jodido sentido de respeto, colándose en una junta de nivel directivo.

Escucho su risa, por lo que abro los ojos para mirarla.

— ¿Qué es tan gracioso? — Susurro.

— Las caras de tus empleados. — Señala con la cabeza hacia un lado. — Todos están mirándonos.

Mi ceño se frunce y giro para verlos a todos parados por fuera de la sala de juntas, observando con curiosidad por los paneles de cristal que dividen las áreas.

— Vayamos a tu oficina. — Apoya su cabeza en mi hombro. — No tengo ningún problema con que miren, pero preferiría algo de privacidad.

Por fortuna la sala de juntas se ubica en mi piso, así que salimos de ahí y hacemos nuestro camino, Ana deteniéndose un poco para tomar una hoja de manos de Andrea.

— Por cierto, enviaron mis calificaciones finales por correo. ¡Voy a graduarme! — Chilla y se lanza de nuevo a mis brazos.

— Ya lo sabía, nena. Supongo que sigue en pie ese festejo que querías hacer en casa, ¿Quieres organizar o prefieres que contrate a alguien?

— ¿De qué hablas? — Se ríe — Ya llamé a todo mundo y Andrea me ayudó con el asunto del cátering. ¡Tendremos una elegante cena y luego una noche de fiesta!

— ¿Noche de fiesta? Sabes que no puedes beber y seguramente estarás cansada al final de la tarde. ¿Por qué crees que necesitas una gran celebración?

— Mía dijo que era una ocasión especial.

— Mierda. ¿Mi hermana está metida en esto?

— Si, y ya llamé a José porque obviamente estará ahí con tu familia.

¿Mi familia?

Doble mierda.

— Necesito un trago.

— Christian...

— Solo un vaso, o dos.

— ¿Les dirás lo del bebé?

— Tal vez tres tragos hagan el truco — Susurro con la garganta seca.

— ¡Christian! ¿Estás escuchando?

— Si, nena, estoy de acuerdo con decirles lo del bebé. Solo no me enrolles en esa mierda de fiesta de revelación del sexo porque me parece exagerado.

— Bueno, no fue una sorpresa para ti — Sus cejas se fruncen — Supongo que tampoco lo será para ellos. Mierda, tal vez solo debamos mantener la decoración en dorado y celeste para ir directo al punto.

La observo mientras ella sigue caminando de un lado a otro lanzando ideas para una fiesta que tendrá pocos asistentes.

— ¿Podemos invitar al doctor loco?

— No.

— Bien, lo anoto con un acompañante. ¿José puede traer a alguien?

— No — Vuelve a ignorarme.

— También lo anoto con alguien. ¿Tienes algún amigo que consideres cercano?

— No.

— Agh, que aguafiestas eres, pero voy a poner a Jason y Gail en la lista. Por cierto, les darás el día libre con goce de sueldo. ¿Seguro que no puedo invitar a Blake?

— ¡No! Ese jodido Larson es un maldito NO.

— Bien, tranquilo... Lo entendí. ¿Puedo invitar a Andrea?

— Si, claro. Andrea puede venir a tu fiesta — Saca un papel de su carpeta y lo revisa.

— El resto de mis invitados son tus padres y tus hermanos — Su expresión divertida cae — Es todo, no tengo a nadie más. Tú y el bebé son todo lo que tengo.

— Y no necesitas nada más, Ana. Te lo dije, te daré todo lo que necesites.

— Gracias. Estaba pensando que ya podemos decorar la habitación del bebé, sé que puedes contratar a alguien, pero me gustaría hacerlo yo misma.

— Como desees.

— Y vas a ayudar — Me advierte — ¿Qué clase de novio no se involucra en los asuntos de su bebé?

— Yo no dije que... — Me interrumpe.

— ¡Exacto! Estarás ahí y compraremos ropa, juguetes, todo lo que sea necesario porque dijiste que harías lo que fuera por mi.

— No fue eso lo que dije.

De nuevo me ignora.

— Lo que quiero de ti es que me des la familia que no tuve. Triste, lo sé, pero está es mi oportunidad de conseguir todo lo que quiero.

— Mierda — Gruño — Ya dije que no hago las mierdas de las flores y los corazones.

— ¡Ya lo sé! Cristo — Pone los ojos en blanco — Ya me hice a la idea de que tu encantadora personalidad es más seca que una ciruela pasa. Créeme, verte por ahí saltando de alegría y felicidad sería la cosa más aterradora que puedo imaginar.

Oscuro (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora