We Couldn't [2] [Seungcheol]

20| Me salvaste.

"Me salvaste cuando más hundida estaba, nadie lo notó, pero tu sí".

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—Listo, nos están esperando. —dijo el señor Lee.

Injae y Hanna se pusieron de pie.

—Vamos, preciosa. —Seungcheol extendió su brazo a Lim.

Todos se dirigieron al ascensor, llegaron al piso indicado y se adentraron a la sala de juntas.

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Después del éxito que tuvo aquella reunión, todos, incluyendo a Minghao, Jun, Jeonghan, Jaebum y Fei, se dirigieron al restaurante del hotel para celebrar

—Desde el momento que conocí a este muchacho, sabía que el éxito estaría de nuestro lado. —dijo el señor Lee. —¡Por Choi Seungcheol! —alzó su copa.

—¡Por Choi Seungcheol! —dijeron todos.

—Señor Lee, si estamos teniendo éxito es gracias a usted y su confianza en mi, realmente es como un padre para mi. —dijo él.

—Y tú eres como un hijo para mi, Choi. —sonrió.

—¿Eso me convierte en su madre? —dijo Hanna sonriendo.

—¡Que cosas dices! —dijo el señor Lee con una pequeña risa.

—Un brindis, por esta alianza y el éxito que nos traerá de ahora en adelante. —dijo Lim.

—Y por el matrimonio de esta linda pareja. —dijo el señor Lee.

—Esperemos que dure demasiado. —dijo Hanna.

—Y así será. —respondió Choi.

La cena continuó, bebieron, comieron y hablaron.

—Lamento ser un aguafiestas, pero ya estoy cansando. —dijo el señor Lee. —Mi vuelo sale mañana temprano, así que iré a la cama. —dijo poniendose de pie.

—Tranquilo, que descanse. —dijo Lim.

—Te alcanzo después, amor. —dijo Hanna.

—Vaya, no se preocupe. —Choi estrechó su mano.

El señor Lee se retiró, pocos minutos después Fei y Jeonghan tambien, Jun sentía dolor en la cabeza así que él y Minghao se retiraron igual.

—Entonces, ¿puedes llamarme mami? —dijo Hanna mirando a Seungcheol mientras hacía un puchero.

—Que graciosa que eres. —dijo él.

—¿Ya le contaste a Lim de nuestro pasado? —pasó una de sus uñas postizas por la mano de Seungcheol, enseguida la retiró.

—¿Que quieres? —preguntó Lim molesta.

—Creo en el derecho de antigüedad. —dijo acomodándose en su silla.

—Hanna... —advirtió Seungcheol.

—¿Qué? Ella me preguntó. —dijo fingiendo indignación.

—"Derecho de antigüedad". —repitió Lim. —¿No es muy.... estúpido que digas eso? —dijo ella. —Estás casada.

—Por dinero. —aclaró.

—Y por eso es que te interesaste en mi, así que basta. —dijo Seungcheol bebiendo de su copa de vino.

Hanna rodó los ojos.

—Es muy controlador, ¿cierto? —le susurró Hanna a Lim, pero Seungcheol escuchó igual.