Innecesariamente oportunos

CAPÍTULO 19

Ese día fue bastante relajante. Todo lo que sucedió después fue pura tranquilidad.
Al entrar a la casa de Derek, me lleve una linda sorpresa. Su casa era muy humilde, sin tantos lujos o detalles caros. No digo que se veía mal la casa, claro que no, todo lo contrario, estaba hermosa.
Por dentro, la casa también estaba pintada de blanco, aunque la cocina tenía un toque azul claro junto con la sala. Daba un toque de profundidad pero también de mucho espacio.
La segunda planta contaba con un baño y las dos recámaras que eran casi igual. Estás sin embargo estaban de un color amarillo, mientras el resto de la casa era blanca.
También decir que cada recámara contaba con su baño.

Derek me dio el pequeño paseo por toda su casa y lo disfruté bastante. Fue lindo por fin ver algo más que no sea un cuarto con pocas cosas.

- Está será tu habitación Alex. - me dijo Derek, estando en una de las habitaciones.

- No, yo dormiré en el sofá. Suficiente tuve con que me dieras refugio Derek. Yo no puedo aceptar más cosas. - aunque me opusiera, Derek me seguiría insistiendo, más con esa mirada... Con esa sonrisa. - De acuerdo... Ahí me quedaré a dormir.

- ¡Perfecto! Y también si tienes pesadillas por la noche, recuerda siempre que en la habitación de al lado hay alguien con quién puedes dormir. - eso me hizo apenar me un poco y también soltar una sonrisa. Siempre Derek es así de bromista... ¿Dormir con él? No creo poder. - Prepárate para la noche Alexander, porque será una sorpresa que llevo planeando.

Eso me hizo tener mucha curiosidad, más yo quien soy muy curioso pero lamentablemente Derek no iba a abrir su boca para decirme nada.
Mientras tanto, tuve que bajar las escaleras pues quería darle un bocado a ese pastel que Will me había regalado, aunque al terminar de bajar esas escaleras, mi respiración de alteró demasiado al igual que mi ritmo cardíaco.

- Oh, descuida Alexander. Es normal que te canses por cosas así. Causa de tu estancia en el hospital pero sobretodo por tu problema en el corazón. - anteriormente me agitaba por cosas así, aunque era muy escaso... Supongo que debo de adaptarme para que no me moleste en mi futuro trabajo.

Y como había dicho anteriormente, el resto del día fue muy agradable. El pastel era de galleta, muy delicioso ya que son mis combinaciones favoritas. Las galletas y el pastel.
Le ofrecí a Derek pero me lo negó para después mirar con "asco" el pastel. También cuando estábamos afuera, miro el carro por todos lados... ¿Le molestará que sea de Will? Siempre que hablábamos de él en el hospital, perdía su sonrisa y quedaba pensativo.
¿Está mal todo esto que estoy haciendo...?

...

...

...

...

La noche ya había caído. Derek me obligó a estar en mi nueva habitación mirando la tele (olvide mencionar eso) mientras él hacía unas cosas en la cocina.
Le tome la palabra y me quedé mirando la televisión aunque no había nada interesante. Todo eran noticias y noticias... Aunque en una de ellas hablaban del bufet de Will, reconociendo su magnífico trabajo.

"Me da gusto por ti William", dije para mí.
El noticiero seguía hablando de él y quería escuchar más, pero Derek me estaba hablando ya.
Apague el televisor y salí de la habitación yendo hasta las escaleras para bajar y de nuevo agitarme un poco... ¡Maldita sea!

- Espero que está noche se encuentre de maravilla señor Smith. - antes de responder, observé hacia la mesa... Estaba decorada como si fuera de un restaurante. Con tanta elegancia y también con mucha belleza.
Dos copas de vino y dos platos con sus respectivos cubiertos acompañaban la mesa. - Por favor, tome asiento. - estaba muy sonrojado y no me cabe dudas de ello.

Fui a la mesa, tomando asiento mientras observaba a Derek con esa misma sonrisa que tiene él.

- ¿Puedes acompañarme en la mesa? - pregunté de forma tímida.

- Pero claro señor Smith. - antes de tomar asiento, tomo los platos y fue hasta la cocina para después regresar con los platos llenos. Se veía muy delicioso todo - Aún no conozco bien tus gustos... Por lo que sólo hice esta comida. - su rostro... Estaba realmente sonrojado. Sus colmillos lo hacían ver gracioso - Espero que puedas disfrutar de la comida... Mi Smith.

¿Esto era una cita? Porque no lo tenía claro, aunque de ser así... Era muy linda.
En el centro de la mesa había una vela que nos alumbraba mientras todo estaba a oscuras. Derek mantuvo su mirada en todo momento a su comida pues seguía con ese sonrojo.
Yo trate de jugar un poco con él, tomando su mano con la mía de vez en cuando, pero eso lo ponía muy rojo de sus mejillas.
Jamás entenderé el porque todos se ponen así cuando yo tomo la delantera... Supongo que será raro de mí.

- Y... Ejem... ¿Esta disfrutando su noche Smith? - asentí - Veo que no ha probado su vino. ¿Es acaso que no le gustó? De ser así, dígame para traer otro.

- Oh, no, no es eso Derek. Lo que sucede es que no soy fanático del licor. - y ante eso, Derek se levantó muy rápido para tomar los dos vasos de vino y dejarlos en la cocina para después regresar rápido.

- ¿Vino? ¿Cuál vino? Usted debe de estar imaginando cosas señor Smith porque en ningún momento hubo vino en esta mesa... No me diga... ¿Aún se siente mal? ¿Necesita otro tipo de medicina? - seguirle el juego no le vendría mal. Es muy gracioso verlo así, como un "galán".

- Tienes razón Derek, aún me siento bastante mal y creo que tomaré esa medicina que me dices... - baje un momento mi rostro, sobando mi cabeza... Jaja, ¿Qué cosas hago?

Derek se levantó y me dio la mano la cuál correspondí para también levantarme de mi asiento.
Me llevo hasta la sala con la vela en manos. De pronto, se dio media vuelta y en un viejo tocadiscos comenzó a sonar una melodía... Era muy suave.
Derek sujeto mi mano derecha mientras su mano izquierda la puso sobre mi cadera, cosa que me provocó un escalofrío.
Bailar... Nunca se me dio bien bailar. Cuando estaba con Emma, ella era la que me guiaba durante el baile y esta vez no fue distinto. Derek me guiaba en su baile, siguiendo la melodía de la canción. Yo lo miraba a los ojos, no podía despegar mi vista de ahí.

Duramos así casi media hora. Las canciones seguían y seguían. Unas eran más rápidas que otras y Derek seguía el paso de ellas... Era asombroso para mí.
Claro, yo muchas veces me equivocaba y eso nos provocaba una risa a ambos. No era cuestión de ser perfecto el momento, sino de disfrutarlo y reír... Porque así era perfecto para ambos.

Terminamos esa noche con una última canción que era igual de suave que la primera.
Derek se detuvo y eso me extraño, aunque lo que hizo me dejó sorprendido. Sin previo aviso, Derek me beso en los labios con sus ojos cerrados. No sabía qué hacer... Supongo que corresponder y seguir... Porque sus labios eran igual de cálidos... Eran demasiado cálidos y agradables que duramos así un gran momento.

La noche fue perfecta, no voy a negar lo.
Ambos subimos y nos despedimos con otro pequeño beso pero está vez en la mejilla.
Me acomode en la cama y cerré mis ojos...