Maneras de ir al cielo o caer de él.

Tres palabras: chinga tu madre.

Día cinco.
Au en mi país de origen: México.
Usopp x Sanji, Sanji x Usopp.

ADVERTENCIA:
Contiene lenguaje vulgar, majaderías, clasismo, racismo. Ooc.

Tres palabras: chinga tu madre.

Sanji tenía una larga lista de pretendientes de donde escoger, un novio problemático con el que acababa de cortar y un genio de la chingada con Usopp (aunque solo él se diera cuenta).

~
Usopp se tallaba los ojos porque el pendejo de Luffy no se podía estar en paz por más de un minuto sin andarlo molestando. Y menos cuando el cabrón estaba emocionado por otra de las quinientas fiestas que hacía Nami al año—. ¿¡Vasir!? —le preguntó el idiota.

—No mames, la última vez me güacareaste todo el carro, ni de pedo voy contigo si eso es lo que esperas obtener de mi.

Luffy se le separó en cuanto dijo eso y lo volteó a ver como si el comentario lo hubiera ofendido tanto como la vez que le dijo que las Chivas nunca le podrían ganar a las poderosísimas Águilas del América. Aunque Usopp solo lo decía por molestarlo.

—Ay, mamón, pero no fueran tus pinches juegos porque ahí sí voy como pendejo a tu casa para partirte tu madre en el fifa.

—¡Quisieras! —exclamó carcajeándose. Estacionó el coche frente al edificio donde vivía Luffy junto con Zoro y Sanji. Lo cual para Usopp seguía siendo una locura. La única razón por la que creía que Luffy seguía compartiendo departamento con esos dos era que le salía mucho más barato que cualquier otro, pero no sabía cómo soportaba escucharlos coger 24/7.

Luffy se bajó y le dio la vuelta al bonito y recién pulido jeep de Usopp, se acercó a la ventana del lado del conductor y cuando el moreno la bajó, le dijo—: Bueno, pues. Te veo aquí en la noche pa' ir. No te estoy preguntando.

~

Y como pendejo, ahí estaba, mandando un whatsapp al grupo: "Ya llegué, bájense". Juraba que si le volvían a ensuciar el jeep haría que se lo limpien con la lengua.

El primero en salir por la puerta fue Luffy, quien corrió y se subió al asiento del copiloto. Cerró la puerta y sin esperar un segundo más, agarró el auxiliar, desconectó el celular de Usopp y lo conectó al suyo para poner música.

—Ey, Zoro y Sanji acaban de cortar —avisó como si nada. Usopp apenas escuchó y lo primero que pensó fue "¿otra vez?", les daba dos días para que lo resolvieran con sexo y volvieran—. Zoro no viene, pero no le digas nada a Sanji, que se enfadó cabrón ahora sí.

—Ni pedo. Apenas le hablo a Sanji de todos modos.

Luffy dejó de buscar la canción que quería al escucharlo decir aquello. Lo miró incrédulo y Usopp incluso se espantó tantito por eso.

—¿Neta? —Usopp asintió confundido—. No mames, si a él le caes de huevos. Siempre que salgo me pregunta si vas tú. Y si no vas, no me acompaña.

—No mames —le dijo Usopp, incrédulo. Luffy asintió y volvió a su celular subiendo un pie al asiento, que Usopp le bajó de un chingadazo—. Si cuando está conmigo es bien mamón. Me caga.

—Qué loco, we —concluyó Luffy sin en realidad hacerle mucho caso. Segundos después, Sanji se dejó ver cerrando la puerta del edificio. Caminó rápidamente con las manos en los bolsillos de su pantalón y se subió al jeep sin decir nada. Ni saludó, pero la música de Luffy apareció en el momento justo para alivianar el ambiente y Usopp arrancó camino a casa de Nami.

Luffy iba bien prendido cantando a todo lo que daba su voz, brincando sobre su asiento y sintiendo el agradable viento del segundo piso del Periférico en toda la cara. Usopp le siguió el rollo con la ventana y aunque se reía de él, aquella cantata se convirtió en dueto.