Ha pasado varios meses. La familia de Mika y Yuu no ha tenido muchos problemas, más bien, ninguno.
Michi habló con sus padres respecto a lo que comenzó sentir hacia Gyurei. Y bueno, ellos lo apoyaron, pronto -exactamente dos semanas después - se hicieron novios ese par de tortolitos.
Ahora era un día tranquilo. La familia de cinco se encontraba en el parque, los chicos estaban jugando, mientras que los adultos los miraban.
-Yuu-Chan, mira esa nube, tiene forma de abeja gorda -dijo el blondo apuntando un celaje con una forma extraña. El aludido la admiro por unos segundos y luego le encontró forma.
-Es cierto -miro otra - Ja ja ja esa parece un sapo gigante -apunto la nube. El ojizafiro rio por lo que dijo su esposo.
-Aún me pregunto porque te dan risa los sapos.
-No lo sé, pero siento como si estuvieran drogados o algo así... creo que el drogado soy yo, pero no me meto mierda ni por culo, más bien me sale por ahí -Mika comenzó a reírse fuertemente.
Le encantaba escuchar estupideces que de vez en cuando decía su esposo.
Siguieron observando las nubes. Luego Yuu se recostó sobre la entrepierna del menor, este lo abrazó y lo empezó a mimar.
Luego de una tarde llena de risas, volvieron a su casa, con un cansado Michirou sobre la espalda de su hermano.
-No pesa -dijo Kai en voz baja -. ¡Ahg! ¡Me es-está asfi-xiando! -exclamó. Su hermano le estaba apretando el cuello con sus brazos.
Su padre fue y retiró a su hijo de la espalda del otro, para que pudiera respirar. El azabache menor se aferró a Yuichirou, este suspiro y lo cargó como si todavía fuera un niño pequeño.
-Demonios... -hablo en medio de la tos que le dio -. Es muy fuerte.
-Heredo eso de Mika -los dos rubios menores lo miraron confundidos -. Ya les dije que su papá se llama Mikaela. Me pregunto yo si no se lo han aprendido -ambos rieron nerviosos, su progenitor suspiró otra vez y retomaron su camino.
Otros dos meses pasaron, era una noche estrellada, la cual Mikaela admiraba desde el balcón.
Era demasiado tranquilo. Los grillos hacían su canto, estaba tan concentrado en las constelaciones y el sonido de los grillos, que salió de sus pensamientos de una embestida.Comenzó a jadear sintiendo la gran verga de su marido dentro de él luego se dio cuenta de que sus pantalones y ropa interior ya no estaban, pronto sus jadeos se convirtieron en gemidos de placer, debido a que las embestidas eran rápidas y tocaban su punto dulce.
Sus ojos azules miraban el cielo nocturno, la luna era testigo de lo que hacían. Pronto llegaron a su primer orgasmo, el moreno sacó su pene y el rubio volvió a correrse.
ESTÁS LEYENDO
Los misterios siguen ➣YuuMika/GyuMichi➣ [Concluida]
Sonstiges"Yo Yuichirou Amane dejo mi herencia a mis dos hijos. Por favor compartan la con las futuras generaciones. Queridos primogénitos, no hagan ninguna estupidez ni se dejen llevar por los prejuicios. Si lo hacen, volveré a nacer recordando esta vida. Ta...