¿Podemos bailar? // BNHA

[24]

—Es mejor que me expliques en este momento por qué estás manejando un maldito camión y estás sentada sobre un tipo inconsiente— el grito abriéndome la puerta a lo que yo me baje rápidamente.

—He he~— me reí nerviosa mirando hacia abajo mientras me meneaba de adelante hacia atrás, como una niña dulce—Es mejor que no sepas— le di una sonrisa divertida que rápidamente borre al ver su expresión.

—1— empezó a contar y yo asustada de que llegara al número 2, empecé a hablar.

—Popi me dijo que lo haga, por qué si no lo hacía, podríamos haber terminados secuestradas y en otro punto del país, quizás hast-—

—¿Popi?¿Quien carajos es Popi? Y por qué hablas en plural— se cruzó de brazos y podía notar como el fuego de su barba incrementaba.

Parecía que iba a explotar.

—Oh cierto, probablemente me vas a amar por esto— dije dando saltitos hasta detrás del camión pta empezar a abrir la puerta, olvidando completamente que él estaba enojado— Primera misión completada—

—De que mierda estás hablando, tu solo tenia que quedarte en tu escritorio— espetó enojado.

—Si, Si— dije moviendo mi mano de arriba a abajo, restándole importancia mientras que con la otra jalaba la palanca y la puerta del camión se abría dejando ver a todas mas mujeres y niñas, haciendo que Endeavor se quedara con la boca abierta.

—Q-Que— el hombre miró sin poder creérselo—QUE CARAJOS ES ESTO—

—Si me disculpas, iré a preparar algo rico para que ellas puedan comer— dije huyendo de ahí.

Me adentre rápidamente a la agencia, mientras cojeaba.

La adrenalina ya se me estaba pasando, por lo que el dolor en mi pierna estaba volviendo y tengo que admitir que realmente era demasiado doloroso.

Aproximadamente me demore 1 hora en preparar la comida, felizmente los cocineros me ayudaron y ahora tenemos una gran cantidad de alimentos para ellas, cosa que me ponía realmente feliz ya que se notaba que realimente necesitaban alimentarse, estaban demasiado descuidadas.

Vaciamos la cafetería (Si, literalmente eché a patadas a todos los trabajadores que estaban ahi) y empezamos a poner platos de comida en todas las mesas en lo que Endeavor traia a las mujeres.

A lo lejos pude ver a Endeavor llegando con todas las chicas por lo que me emocioné y caminé, como podía, rápidamente hasta ahí al ver que las mujeres estaban asustadas y las niñas no se despegaban de ellas.

—Vamos, no se preocupen— dije sonriéndoles—De ahora en adelante están a salvo, ya no hay nadie que les hará daño— me acerqué a una mujer que parecía que iba a llorar, por lo que le tomé la mano y esta me miro agradecida.

—Muchas gracias— me dio un abrazo a lo que yo acepté con gusto.

Ojalá hubiera tenido las mismas agallas cuando mamá aun todavía estaba viva.

Unos cuantos segundos ella se despegó y empezó a caminar hasta una de las mesas para empezar a devorar lo que había el plato y todas la mujeres y niñas las siguieron.

—Realmente eres un dolor de cabeza— escuché detrás mío, por lo que rápidamente volteé encontrándome con Endeavor y una silla de ruedas, haciéndome reír.

—¿Para mi?— le dije divertida haciéndolo gruñir.

—Siéntate de una maldita vez—

—A sus órdenes, gruñon— me acerqué y me senté soltando un suspiro de alivio.