Puntería Perfecta. [BORRADOR]

57: Fotos.

57| Fotos.

Terminé de ponerme un poco más de labial. Volteo a ver a Noah, esperando a que me diga que tal estaba.

–¿Noah? –pregunto cuando veo que no hay nadie.

–Voy –Noah se asoma por la puerta con una cuchara en la boca–. Pero qué guapa estás, cariño.

–¿Te estás comiendo mi helado?

–Te acabo de decir algo bonito y me preguntas eso, ¿Really? –me rio y camino hasta donde él para darle un beso, el cuál él no tarda en responder.

–Te amo, pero deja de comerte mi helado o tendré que golpearte. –saboreo los restos de helado que tenía y camino para seguir arreglándome.

Hoy habíamos quedado en hacer una pequeña sesión de fotos en la playa, teníamos suerte que era buen tiempo y que Noah tenía un amigo fotógrafo. Termino de arreglar mi cabello y camino hasta la cama para poder tomar varios vestidos que compré para la ocasión.

Salí de la habitación y para mí sorpresa Noah seguía comiéndose mi helado. Después se quejaba que le dolía el brazo, pero mis queridas hermanas, tras aviso no hay engaño.

–Te dije que dejaras mi helado fuera de tu boca. –le di un golpe cuando llegué a su lado.

–Salvaje.

–Me vale. –tomé el helado entre mis manos y lo regresé al congelador.

–¿Estás lista? –asiento y tomamos las últimas cosas para empezar salir del departamento e ir al estacionamiento por el carro de Noah.

–Sabes, yo sé manejar –Noah me mira divertido–. ¡Es en serio! Matthew me enseñó por alguna emergencia, ¿Quieres que te muestre?

–No, gracias. Quiero llegar vivo a la playa. –le doy un golpe y me cruzo de brazos.

El camino a la playa fue demasiado divertido e interesante, había encontrado una juego de preguntas de todo tipo, así que Noah y yo empezamos a competir por quién sabía más. Obviamente gané.

Mentirosa, te ganó por una.

¡Sh!, Yo gané.

Bajamos del carro y un moreno se nos acerca.

–¡Miles! –Noah saluda a su amigo–. Mira, ella es Karen, mi chica.

Sonrió y salido a Miles con un beso en la mejilla.

–¡Hasta que alguien logra ponerle una correa a este perro! –suelto una carcajada, y Noah le da un golpe a su amigo–. ¡Auch!, ¿Están listos?

Asentimos y empezamos a caminar hacía la playa. En una pequeña palapa estaba un grupo de personas, las cuales quise entender que eran ayudantes de Miles.

–Tomaremos unas fotos demasiada lindas, el ambiente está perfecto para trabajar. –Miles empezó a preparar sus cámaras, mientras a mí me arreglaban algunas chicas.

Me había puesto un lindo vestido largo color blanco, y mi cabello lo dejaron suelto. A Noah lo dejaron con la bermuda que traía y solo le pusieron una camisa color azul.

–Muevanse un poco más a la izquierda –Miles sonrió–. Perfecto.

Miles nos empezó a indicar cómo ponernos, mientras él seguía tomando fotos. Confiaba en que haría un excelente trabajo, por algo Noah había acudido a él.