Ella no es Kanae (Kimetsu No Yaiba)

Ella y Kanae

-¿Hermano?.-La pequeña Kanao llena de mugre lo tocó, estaba frío.

Movió sus manos para ahuyentar las moscas. -Despierta.-Lo sacudió un poco, pero él no respondía, Kanao no sabía que su hermano estaba muerto.

Lo apoyo en un lugar para que se sentará, se puso a su lado, esperando a que despertara, pero ni siquiera hacía ruido.

Miró sus ropas y las jalo un poquito, pacientemente espera.

Pero pasan las horas, más moscas vienen pero ella las aleja, Kanao se apoya sobre él, está muy frío, mira los golpes en los brazos de él y suyo. -Me duele... Tengo hambre, estoy triste, sufro.-Le dice a su hermano.

Pero sigue sin decirle nada. -¿Estás enojado conmigo?.-Le pregunta, de nuevo sacudiendo un poco, eso causó que esté cayera lentamente al suelo.

Trago saliva, y se levantó, yendo a su casa, vio a su padre tomar, mientras su madre comía unos postres, su estómago rugió y fue suficiente para molestar a los par de adultos. -¡¿Que mierda quieres?!.-Enojado el padre habla, Kanao agacha la cabeza.

-... Despierta...-Susurra, eso basto para irritar al mayor quien se paró molesto, la pobre niña solo quedó paralizada, entonces sus pies ya no tocan el suelo, y el dolor su en cabeza es insoportable, la elevó jalando su cabello.

-¡Habla alto estúpida!.-

-El no despierta...-Muy apenas dice, el padre... No, el monstruo al fin la soltó.

-¿Y que, estás segura?.-Asiente Kanao.

-Yo... Lo moví y llame, no despierta.-

-Esta muerto.-Dijo, como si se tratara de nada.

Los ojos de Kanao se pusieron opacos, sin entender porque dijo eso. -Llevalo fuera, no quiero olor podrido en mi casa.-Le dio la espalda.

Pero Kanao corrió y lo sujeto de la yukata. -¡Papá haz algo!.-Le grita, llena de desesperación y dolor.

Es empujada con fuerza. -¡Cómo te atreves a tocarme, mocosa!.-El se fue acercando, y Kanao de nuevo se quedó petrificada, sus labios tiemblan, tratando de rogar por piedad.

Su padre le da un puñetazo, haciendo que de nuevo este en el suelo, los golpes se oyen desde fuera de la casa.

Fueron unos minutos, pero fue suficiente para que le cortará el labio, la arrastró fuera y lanzó como si fuera basura. -Llevatelo o terminarás como él.-No puede moverse, a lo lejos ve el cadáver de su hermano, ya no estaba se había ido.

Extendió su mano, pero la dejo caer lentamente, estaba muerto, él ya se ha ido, y eso seguramente le pasará a todos.

Le dolía, sufría, escuchó como algo dentro de ella se rompió.

Por un rato estuvo en el suelo, sus ojos dejaron de brillar, se levantó lentamente, perdiendo el equilibrio.

Arrastró a su hermano hasta al bosque, Kanao tenía una expresión vacía, solo miró unos segundos, se dio la vuelta para regresar al sufrimiento.

No había dolor, ya no sufría, pensó que estaba bien.

Se sentó sola, viendo a la nada, estaba tan quieta que las moscas empezaron a reunirse a su alrededor.

...

Se pregunta porque precisamente esos son sus recuerdos antes de morir, tal vez era un tipo de castigo por haber sido tan indiferente con el cadáver de su hermano, no sabe porque hasta ahora se pregunta por los demás que tuvo, ¿Pudieron ser salvados, acaso una persona tan amable como Kanae los ayudo?, Solo puede pensar que no, las personas crueles.