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[ 💜 Magnus ]

Le había mencionado a Alexander que convencer a los Bane para el viaje que pensábamos planear, iba a hacer lo más sencillo, no obstante: no, no lo fue.

Empezando con mis padres.

Con mi madre aún no hablaba como antes lo hacíamos, pero ya había más comunicación y un poco de interacción entre los dos, sin embargo; me estaba costando demasiado trabajo convencerla.

–Solo serán unos días. Iremos todos, no sería justo que ustedes faltarán –. Por todos me refería a las únicas personas que había aceptado hasta ahora: el amigo de la familia Lightwood y nosotros dos –. Yo les pagaré su pasaje –concluí haciendo un puchero.

Realmente no había nada que pagar, Alexander nos llevaría en su avión privado, pero por supuesto eso era algo que no debían saber.

–Yo sí voy –hablo mi papá. Le sonreí en agradecimiento. Voltee a ver a mamá, que aún negaba.

–Vamos mamá, será divertido. Es bueno unir a la familia.

–Si unirás a la familia, ¿por qué no invitas también a mis hermanas? Ellas son tu familia, mucho más que los Lightwood –ataco.

–Ellas me odian. Quiero una vacaciones no un campo de batalla.

–Entonces no cuentes conmigo.

Suspiré frustrado. –Bien –gruñí –. Las envitare, con la única condición, de que tú vayas, sea cual sea su repuesta.

–De acuerdo.

Bufé.

Estube un rato más, después me despedí de ambos y salí de ahí.

Justo ahora cunducía hasta la casa de Raphael y Ragnor, con la esperanza de que ambos estuvieran.

Ya que lo más probable es que Raphael sea él más sencillo de convencer, aún que ambos son personas complicadas, es un Bane, para nosotros es un poco complicado decir que no. Y como Ragnor hace lo que Raphael diga, ellos nos acompañaran a las vacaciones, sin más.

Cuando llegué, busque un lugar donde estacionarme, ellos viven en departamentos, así que hacerlo enfrente del edificio me causará problemas. Afortunadamente encontré un lugar cerca.

Ya en la puerta, llamé a su departamento, diciendo mi nombre y sin ninguna respuesta me dejaron pasar. Subí hasta el último piso y esperé a que alguien saliera.

–¿Qué quieres? –pregunto Ragnor, abriendo la puerta, dejándo ver su cara de desagrado.

Sonreí. Realmente lo había extrañado.

–Hola. Estoy muy bien, gracias por preguntar, siempre tan considerado. ¿Como estás tú? ·me adentré al departamento, empujándolo –. ¿Está Raphael?

–No. Está buscando trabajo.

–¿Qué? ¿Por qué? ¿Ya no lo quieres mantener?

Ragnor carcajeo. –Se supone que ya todos lo saben. ¿No? Es de lo que se está hablando en las reuniones familiares.

–Hace un montón que no voy a una, porqué... bueno, tú ya sabes, así que cuentame qué sucedió.

–Adoptaremos a Delphine –solto con felicidad. Me encanta su durabilidad, puede estar amargado un momento para después estar contento.

Sonreí. –Wow, eso suena maravilloso, pero... ¿quién es Delphine?

–La conocí gracias que me contrataron para su caso. Resulta que Delphine, fue adoptada por unas personas nefastas, que solo querían hacerle daño, por su color de piel, la agencia de adopción, lamentablemente se dió cuenta del tipo de personas que eran, meses después de otorgarle la custodia –hizo un gesto –. Fue una caso sumamente largo, y que por poco pierdo, pero logré recuperar la custodia, y regresarla a la organización. Raphael la conoció y se encariño tanto con ella, como yo, así que sin pensarlo mucho, decidimos comenzar el papeleo.

–¡Eso es grandioso! Estoy muy feliz por ustedes. Serán unos maravillosos padres.

De verdad me alegra saber que  arreglaron sus problemas y ahora están dispuestos a formar una familia

No obstante; no puedo evitar sentirme algo triste. Alexander y yo también habíamos podido ser unos grandes padres, pero el destino no nos permitió.

–Bueno.. pero aún no me dices qué es lo que te trajo hasta acá.

–Estamos planeando unas vacaciones familiares, ya sabes, para distraernos un poco de la rutina y obviamente ustedes están invitados.

–¿Exactamente para cuando?

–Dentro de unas semanas, y solo serán unos días. Creo que todos merecemos un descanso, estos meses han sido una locura.

–Hablaré con Raphael, ya que en unas semanas nos entregan a Delphine y será un problema sacarla del país tan rápido.

–Lo de Delphine se puede arreglar, estoy seguro que Alexander puede hacer algo, para que eso no sea problema. De verdad queremos que vayan.

–Si puede arreglarlo, cuenta con nosotros –aclaró. Parece que lo agarre de buen humor. Lo cual es increíble.

–Hecho.

–Ya que estás aquí, quédate a comer. Estaba apunto de comenzar a preparar algo, Raphael dijo que tardaría, así que solo estaremos tú y yo. Como en los viejos tiempos. Yo pongo la comida y tú el alcohol..

Sonreí. Esos tiempos.. cuando éramos más jóvenes y parecíamos uña y mugre, dónde nos creíamos invencibles, hacíamos y de todo.

Junto con Isabelle tuvimos las mejores borracheras del mundo, no recuerdo ninguna y eso lo hace más especial, solo recuerdo que amanecía, con toda la casa destruida, acompañado con un dolor de cabeza que te morías.

Fueron años de mi vida que nunca olvidaré, creo que jamás encontraré a alguien que me complemente como lo hace Ragnor e Isabelle. Ellos siempre serán mis mejores amigos.

Salimos de su departamento, hasta el supermercado más cerca. Compré unas botellas de alcohol, él compró lo que le faltaba para la comida, y regresamos.

Ragnor comenzó a preparar algo de comer, mientras hablábamos, y teníamos una charla agradable. Me platico como arreglaron sus problemas, y me contó exactamente el día que llegaron a la conclusión de adoptar. Yo le conté sobre mi trabajo y como poco a poco intentaba superar lo sucedido.

–¿Te parece si llamamos a Isabelle? –pregunte.

–Claro, ella es más divertida que tú.

Lo mire mal, pero no le respondí, no quería arruinar el momento. Llamé a Isabelle, que prometió llegar lo antes posible. Y así fue, en menso de media hora ella ya estaba tocando la puerta.

Comimos, y empezamos a tomar, hasta perder la cuenta de los vasos.

Sí. Justo como los viejos tiempos.

[...]

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora