capítulo 6: rechazo

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Ha pasado 2 días desde que tuvo ese desagradable encuentro en aquella fiesta, no quería pensar más en ello pero su mente le gustaba hacerle sufrir.

Hoy tenía libre y no tenía ganas de salir, ni de hacer nada... Recostada en su cama no dormía, solo tenía los ojos cerrados descansando.

Ahora que sus recuerdos eran claros entendía por qué se sintió enferma al verlo, era todo tan repentino... A pesar de los años, gracias a ese encuentro, recordaba su desprecio, su antipatía hacia ella cuando era tan solo una niña.

Parece que al conocer a sir Lancelot desvaneció la imagen de ese erizo azul y tomó su lugar, por qué sí recuerda que ese erizo oscuro estuvo siempre con ella.

Todo iba bien desde que dejaron Camelot... Tiene un hermoso hogar, tiene unos maravillosos padres, tiene un ángel de hermano, tiene el trabajo que tanto quiso, era feliz... ¿Por qué tuvo que aparecer? ¿Por qué le sonrió y trato de abrazarla cuando en su niñez nunca se le acercaba y siempre la dejaba sola?

Ya no quería seguir torturando se pero cada vez le venían más y más preguntas.

También estaba de por medio blacksmith, sabía que Lancelot había hablado con él, sabía que el ver denuevo al rey de Camelot sólo traería problemas.

Una vez más trató de no pensar en ello... Un peso en su cama llamó su atención, parece que alguien quiso acompañarla.

Aún con sus ojos cerrados sintió una suave y pequeña mano quitar unos mechones rebeldes que tapaban su rostro.

También una suave caricia y un calor extra, una respiración cerca a su pecho.

Por instinto envolvió en sus brazos aquel pequeño cuerpo, le daba paz aunque sea por un momento.

Al abrir sus ojos se topó con unos ojos bicolor tristes, aveces se odiaba a sí misma por provocar en los demás sentimientos negativos o tristes.

-¿estas enferma zule?- habló lo más bajo posible para no incomodar la.

-solo estoy cansada, eso es todo-.

-oh... Entonces te dejaré para que duermas y te sientas mejor-

Sonriendo intentó salir de un salto de la cama pero no pudo, zule abrazó más fuerte su cuerpo y lo atrajo al suyo.

-no te vayas... Duerme conmigo-

-ok... Si eso te hace sentir mejor dormiré contigo-

-gracias-

Amadeus se acomodó mejor en la cama abrazándola, no tenía sueño pero tampoco quería dejarla sola... No supo en qué momento pero se sintió somnoliento, era agradable el calor que emanaba su hermana, suspirando cerró los ojos quedándose dormido.

No quería sentirse sola ante sus pensamientos que la abrumaban, quería estar acompañada de su mejor amigo y cómplice en todo, necesitaba a Amadeus aunque sea para poder dormir y descansar prometiendo se dejar ese estado depresivo en el que se encontraba, tenía que volver a ser la misma de siempre.

Tiempo después se escucharon unos paso y la puerta fué abierta, Lancelot y blacksmith veían aquella tierna escena, ambos estaban buscando a sus hijos para el almuerzo pero al verlos descansar cómodamente, prefirieron darle un poco de tiempo antes de despertar los.

Bajaron y comieron juntos aunque había un poco de tensión en el ambiente.

-¿Estás bien blacksmith? Estás muy callado-.

-siendote sincero no lo estoy, tengo un muy mal presentimiento con mi hija-

-¿A qué te refieres?-

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