"Esto es difícil de explicar para mi, no soy una persona de muchas palabras, mucho menos de las que expresan sus sentimientos; y aunque mi cuerpo tiemble de miedo seré rápido ¿quisieras salir conmigo?"
Kakashi se había preparado para algo que sabía que nunca pasaría; aunque no era mentira que se había imaginado un montón de situaciones con el maestro. Naturalmente se repetía esto una y otra vez mientras caminaba sin un rumbo específico.
"Podemos salir a caminar mientras tu mano se desliza con la mía y sentimos el calor del otro, todos en la aldea mirarían y sonreirían porque con solo vernos sabrían que somos el uno para el otro. Saldríamos a beber, me mirarías mareado con una sonrisa y yo lo haría igualmente mientras te digo lo precioso que eres. O tal vez, estaríamos en tu casa y cuando menos lo esperemos estaríamos devorándonos en la cama, tiraría de esa coleta hermosa y haríamos el amor..."
Ese tipo de cosas corrían por la imaginación de kakashi, aunque el sabía que jamás se harían realidad aunque rezara a los mismos dioses. No tenía los huevos, ni las ganas de hacerlo, no quería ser rechazado.
Cuando el viento frío empezó a hacerse presente decidió que era momento de regresar, su mente otra vez alucinaba esos momentos hermosos que pasarían si el de coleta quisiera y si el no fuera tan cobarde en el amor.
—Esto es difícil de explicar para mi, no soy una persona de muchas palabras, mucho menos de las que expresan sus sentimientos; y aunque mi cuerpo tiemble de miedo seré rápido ¿quisieras salir conmigo?— kakashi repetío esta vez en voz alta , "vez, no es tan difícil" decirlo en voz alta le llevo 3 años... tal vez en otros 3 se lo pueda decir, esos pensamientos le divertían
— estoy libre el jueves en la noche, a las 8— dijo un iruka sonrosado
—eh?—kakashi abrió los ojos como plato completamente paralizado, el aspecto que jamás debería tener un ninja, menos un jounin. PERO ALA MIERDA, IRUKA ESTABA AL FRENTE DE EL.
— T-te parece en mi casa? Puedes traer algo para compartir... ¿esta bien no?— mirándolo fijamente, kakashi dio una señal de aprobación con la cara completamente roja.
—hasta el jueves kakashi san— El maestro decidió seguir su camino con una sonrisa en el rostro y muchos libros en sus brazos; mientras kakashi aun paralizado pero con una sonrisa en el rostro trataba de recordar cómo caminar y no fallar en el intento.
Ambos siguieron siguieron su camino, pero esta vez con una nueva expectativa en mente, la verdad es que ambos querían este momento, ambos se lo habían planteado hace mucho; un simple error que resultó en un hermoso final.
