La historia de una espada

                                                                         PRÓLOGO

El sol resplandecía en una mañana, sobre las colinas de una hermosa pradera, en una región desconocida. En la colina más alta se encontraba un árbol de tamaño desmesurado, con hojas de color verde claro y con grandes ramas robustas que formaban este ser. Bajo este mismo árbol descansaban dos jóvenes muy peculiares. En el tronco del árbol yacía apoyado un chico de cabello un poco rubio, con un flequillo que casi tapaba sus ojos azules. Llevaba puesto una túnica de color azul celeste. En su espalda guardaba una gran espada que resplandecía con el brillo del sol, de la cual muchas leyendas han sido narradas. Destacaba su gran filo metálico y su magnífica empuñadura, que dotaba a esta arma un color divino. Apoyada en las rodillas del chico, adormecía una hermosa chica rubia de ojos rojizos. Vestía una túnica blanca, como si de una "diosa" se tratase...

- Nunca olvidaré la gran aventura que creamos en este mundo sin ánima... Pronto despertará, y cuando lo haga la leyenda comenzará.

- En el bello rostro de aquella chica misteriosa se dibujó una sonrisa al escuchar aquellas palabras de aquel chico...

- ¡Ethan, despierta! ¿O acaso es que te has olvidado de que hoy empiezas el bachillerato?

De repente Ethan despertó de su sueño, pero no recordaba absolutamente nada de éste, excepto aquella sonrisa...

  CAPÍTULO UNO

UNA VOZ MISTERIOSA

- Ya voy mamá. Uf, tampoco hace falta que me levantes de esa forma –dijo Ethan-.

- Anda que, con las notas que sacas y te da igual tu primer día en el bachiller científico. Te he dejado un desayuno un poco especial en el comedor, ¡pero no tardes mucho en comértelo que llegarás tarde!

- Claro, ¡muchas gracias mamá!

Ethan es un estudiante que va a comenzar a cursar bachillerato. Tiene 16 años y va de camino a los 17. Es un chico delgado y de estatura media para su edad. Tiene los ojos y el cabello de color rubio claro. Le encanta la tecnología y las ciencias, son su afición desde secundaria, pero los videojuegos son su afición principal. Vive en un pequeño apartamento en el centro de Tokio, junto con su madre. Es hijo único, por lo que no tiene ningún hermano, y su padre desapareció poco después de haber nacido, por lo que apenas recordaba su rostro. Nadie conoce los motivos de su desaparición ni el lugar donde está su padre, después de 16 años.

Su madre es una mujer joven de 35 años, que trabaja duramente como ingeniera informática en la universidad de Tokio, para mantenerse ella y a su hijo, además de pagarle sus estudios. Tiene un cabello liso y de color moreno oscuro, y unos ojos finos de color ocre. Vestía una chaqueta de color púrpura combinada con unos vaqueros y unos altos tacones.

El estudiante se cambió al uniforme del instituto y salió disparado al comedor de su casa, bajando las escaleras que separaban éste de su habitación con precaución de no tropezarse. Al ver la mesa se dio cuenta de que su madre había preparado su desayuno favorito.

- ¡Anda, si son tortitas con chocolate!

- Supongo que me las tendré que comer de camino al instituto sino tendré una ausencia.

El camino hacia la escuela no demoraba apenas tiempo, ya que era en línea recta y había poco tráfico a esas horas de la mañana. Mientras Ethan caminaba con prisas para llegar a las clases, el clima se volvió muy oscuro y apareció mucha niebla de la nada, hasta el punto de llegar a ser un sitio tenebroso. De repente escuchó una voz distorsionada que venía de todas partes. Ethan solo pudo llegar a entender una frase de aquella extraña voz: "Mi señor te está vigilando, Ethan. Si no quieres sufrir, te recomiendo que no te acerques a ella".