Capítulo 58

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A todos aquellos que han comentado, dado un "corazón" y que siguen aquí a pesar del tiempo, muchas gracias y disculpen que no pueda contestarles a cada uno.

Muchas gracias a @conner_Kumiai por sus ideas el año pasado.

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- ¿En serio tenías que meter a Emma en el paquete? – El otro chico no había hecho nada, pero igual se le era un tanto chistoso.


- Sus ataduras están flojas, lo traerá más tarde tu compañero Romario. – Desestimo Tsuna con una sonrisa, como si no hubiera perseguido y atado a un montón de gente para ver una maratón de películas con temas de viaje temporal.


- Ah. - ¿Que más podía decir el hombre?, su propio jefe estaba secuestrado por lo que restaba de la semana.


- Algunos de ustedes pueden dormir en casa, la puerta trasera está abierta. – Ignorando por completo el pánico del pobre hombre vestido de negro, Tsuna se despidió: - Nos vemos señor Miguel.


Y así, en un dos por tres el chico había salido disparado al aire antes de que Miguel pudiera decir pio. La mayor duda de Miguel no era que el chico se hubiera negado a ser llevado a su casa, estaba con Reborn por todos los cielos, sino como el chico sabía su nombre. En ningún momento se lo había dicho, y era nuevo. No creía que fuera a responderle incluso si le preguntaba, lo sentía. ¿Debería llamarlo coincidencia o casualidad?


Reborn arqueo una ceja, sin preocuparse ante la velocidad relativamente lenta de su alumno. Debía de saber que no era buena idea volar a esta hora, a esta altura, tendría que regañarlo después. No había avisado, aunque no hacía falta. Las ganas las tenía desde hace rato. Así que no dijo nada, solo observo y sintió las llamas. Giros, caídas, subidas y descensos lentos... Bufo internamente, alguien estaba jugando y por cómo se sentían sus llamas era una forma de relajarse y botar tensión. Era un buen método, no lo negaría. Era algo nuevo también, y no iba a quejarse por el paseo. De hecho, León tampoco iba a quejarse, el pequeño camaleón iba a derretirse y a volar si seguía exponiéndose contra el viento de esta manera. Ahora se le iba a escapar más, ya no solo era que Tsuna le diera chocolate y dulces.


Cuando Tsuna finalmente se detuvo, fue casi media hora después, y fue frente a su ventana. En segundos estaba adentro, cerrando la ventana mientras cierto Arcobaleno salto fuera de su cabeza al suelo.


- Voy a darme un baño, ¿quieres venir? – Estirándose a no más poder, haciendo sonar varios huesos.


Reborn debatió la oferta. Si bien sería la mejor forma de relajarse y dormir, no tenía planes de dormir aún. Por el otro lado, esperar y leer el librito no era una buena idea debido al corto tiempo que tendría. No, necesitaba leer y analizar esas entradas del libro con detenimiento, luego tenía que pensar. Ese momento no era ahora, seria mañana.


- Mas te vale que tengas mi champú preferido a mano. – Advirtió con un brillo peligroso en sus ojos.


Tristemente Tsuna no le dio ninguna excusa para electrocutarlo, aplastarlo o patearlo. Igual le propino un jalón de oreja porque le provoco. ¿Que había de divertido tener a un estudiante que no daba excusa para lastimarlo?, eso significaba que tenía que hacer sus propias excusas. Al menos tenía la satisfacción de que Tsuna lo conocía lo suficientemente bien en su tiempo como para no darle razones para un castigo. Una verdadera lástima debía decir, pero en algún momento los pollitos tenían que crecer. Eso no los salvaría igualmente.

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora