La obscuridad del cielo acompañada con la intensa lluvia que caía sobre las calles de Seúl, era lo único que me acompañaba esa noche, era un escenario perfecto para la situación, hacía ver la tragedia próxima cada vez más cerca, parecía que estuviera viendo una serie melodramática o leyendo un libro lleno de dramatismo, el momento en el que la protagonista decide acabar con su vida.
Tome asiento en la banqueta soltando un largo suspiro exhaustivo, observando el pequeño humo blanco que se había provocado, estábamos a una temperatura muy baja y sabía que el estar ahí en esas circunstancias no sería muy benéfico, principalmente a la mañana siguiente cuando era seguro que despertaría con fiebre. Lo cierto era que en ese momento no me importaba en absoluto.
— Estoy muy cansada. —Fueron las palabras que pronuncie con la voz entrecortada mientras miraba hacia el cielo, como si estuviese esperando que esté me consolara.
Mis mejillas estaban empapadas de una mezcla de lluvia y lágrimas, pensaba que en este momento sería fácil disimular que nuevamente estaba llorando como una loca, mi nariz estaba totalmente rojiza pero bien podría parecer que era por el frío y es que con mi simple vestido de tirantes, era difícil erradicarlo.
Mientras miraba al cielo vi el breve movimiento de una nube, dejando ver una pequeña parte de la luna, mordí ligeramente mi labio tembloroso mientras tomaba una profunda respiración antes de volver a hablar.
— ¿Porque no me dejas ser feliz? —Le cuestione con los ojos entrecerrados debido a la lluvia que seguía cayendo en mi dirección. Pase una mano por mi cabello mojado, totalmente llena de frustración al mismo tiempo que se me escapaba un sollozo.— ¿Porque tiene que ser tan difícil? A veces me llenas de ilusión, poniendo situaciones en mi vida en las que por un segundo creo que podría ser feliz pero ¿Después? —Una risa apagada e irónica se escapó de entre mis labios mientras negaba con la cabeza.— Cada prueba es más difícil que la anterior, yo no puedo seguir viviendo así.
— ¡Yunu! ¿Que demonios haces? ¿Acaso quieres asesinarte y asesinarnos a nosotros de un infarto por ello? —Una voz masculina bastante fuerte resonó a una calle de distancia , baje la mirada de donde la tenía posicionada y la dirigí hacia el lugar de donde venía, al no poder enfocar bien la vista debido a las lágrimas y la lluvia, solo vi ocho sombras borrosas, viniendo en mi dirección tan rápido como podían.
Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro, no necesitaba verlos para saber quiénes eran, rápidamente se fueron acercando, escuchaba como maldecían cada vez más alterados después de haber corrido quien sabe cuanto, apenas estuvieron frente a mi uno de ellos tomo mi brazo ayudándome a levantar, sus rostros eran un poema, tenían escrito en grandes trazos la preocupación, el miedo y el enojo.
— Por un demonio, un día de estos en verdad vas a matarnos ¿Lo entiendes?
— ¡Mira cómo estás! ¿En que clase de mundo vives? —Dijo Namjoon lo bastante molesto para que sus fosas nasales se expandieran, parecía que ninguno de ellos podía respirar normalmente, me tomo del brazo metiéndome bajo las sombrillas que ellos traían consigo.— Estás totalmente empapada, mañana seguro tendrás un resfriado ¿Es enserio? ¿Salir a la lluvia con este frío y en vestido? Estas demente.
— Gracias a Dios que te encontramos. —Escuche el suave susurro de Taehyung, dirigí la mirada hacia el, tenía el ceño fruncido y parecía estar analizando cada parte de mi, como queriendo asegurarme de que estaba bien. No tardo en quitarse el abrigo que traía consigo para ponérmelo, me quedaba inmenso pero estaba bien.— ¿Estás bien?
— Si, lo estoy. —Respondí sin dudarlo dedicándoles una sonrisa, Jungkook no tardo un solo segundo en venir a abrazarme con fuerza, yo pose mis manos en su espalda acariciandola suavemente, sabía que en verdad les había hecho asustar mucho.— Anda, vamos a casa, me estoy congelando.
Después de unos cuantos regaños al aire y de que Jeon y yo rompiéramos el abrazo, caminamos todos juntos en la calle, de vez en cuando me lanzaban miradas para estar seguros que aún iba con ellos y eso me provocaba una pequeña risa. Hacia no tanto tiempo que los había conocido pero sin duda ahora eran parte indispensable en mi vida.
Viéndolos a todos juntos en realidad estaba agradecida, se tenían unos a otros y yo los tenía a ellos, estaba segura que en más de una ocasión eran esos chicos los que me habían salvado de algún arranque de locura y les tenía tanto cariño que ni siquiera podía medirlo.
— ¿Segura que estás bien? —Preguntó una vez más Taehyung a mi oído, voltee a verlo sin dejar de caminar y tome su mano suavemente asintiendo.
— Estoy bien, Tae. Con ustedes lo estoy.
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𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒖𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏 ; 𝒌𝒕𝒉
Fanfiction"¿𝑸𝒖𝒆 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕𝒂𝒔 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓, 𝑲𝒊𝒎 𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈? ¿𝑬𝒏 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒓í𝒂 𝒄𝒆𝒅𝒆𝒓 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒐? 𝑼𝒏 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒕𝒂𝒏 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒇𝒊𝒄𝒊𝒂𝒍 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓, 𝒏𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄...