Un arma y una niña

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Tanya estaba empezando a desesperarse, si hubiese tenido su anterior cuerpo es probable que le hubiese dado un infarto. Pero ahora soy una niña... Pensó. Ya no hay nada que pueda hacer para arreglar este error... Estoy muerta...

Tanya empezaba a volverse loca, dejó caer las manos tirando, en el proceso, los documentos que tenía. Su pequeña mano derecha chocó con un bulto en su costado... ¿Qué es...?

Mi arma... 

"¿Comandante?"

Ah... Pensó. Me había olvidado de ellos dos... 

Weiss y Visha presenciaban como la pequeña mano de su comandante chocaba y jugaba con la cartuchera de su arma reglamentaria...

"Está todo bien. Dejenme sola, necesito pensar en... que hacer ahora."

"Comandante, no la vamos a dejar sola. Parece ser que esta situación la ha afectado... demasiado." Weiss es un buen subcomandante, presiente mi desesperación al igual que Visha. Son hábiles y muy útiles recursos humanos... ¿Recursos humanos...? Ah... supongo que sigo siendo el mismo de siempre...

"Es una orden, déjenme.  Además, necesito organizar el papeleo y mis cosas antes de que llegue el Coronel Lehrgen" Lehrgen es un buen sujeto, me siento culpable por él. He hecho que se preocupe demasiado por mi.

Tanya se levanta del suelo y hace ademán de caminar hacia su escritorio, el dejar de jugar con su cartuchera ha hecho que Weiss y Visha se tranquilicen. Supongo que piensan que he recobrado la cordura... Ah... ¿Cordura?

Sus subordinados hacen un saludo de libro de texto y se retiran, seguros de que su comandante se ha tranquilizado y ha vuelto en si misma. 

¿Qué significa volver en si mismo...? Es más... ¿Porqué me ha pasado esto? ¿Esto es cosa de la Existencia X? ¿Quiere hacerme perder la cordura? No... El quiere hacerme creer, no quiere hacerme perder la cordura... Aunque es más o menos lo mismo... Pero... ¿Debería darle la satisfacción a ese imbécil? Yo...

Inconscientemente, Tanya, volvió a tocar su cartuchera mientras estaba sumergida en sus pensamientos. 

Mi arma... Su peso... se siente reconfortante... ¿Y sí...? 

Tanya saca su arma y se lo lleva a sus manos, quiere observarlo mejor. 

Realmente es reconfortante... Es realmente reconfortante... Yo... Supongo que debería, pero... ¿Debería realmente? Debería escribir algo para mi batallón, creo... creo que les debo eso al menos. Después de todo el infierno que les hice pasar, sería justo. Si, sería justo.

Tanya saca hojas en blanco del último cajón de su escritorio y agarra su pluma que estaba encima. Empieza a escribir, no se demora mucho tiempo. Ella cree que ha escrito lo esencial. 

Tanya finaliza su carta con un:

Lo siento, pero esto es un viaje que solo yo debo recorrer. Y esta vez llegaré al final del camino para meterle una bala a ese imbécil. Iré yo misma y dejaré de esperarlo. Fue un gusto haber sido su comandante

Das Imperium ist über alles!

Tanya firma con su nombre y con su sello. Supongo que ha llegado la hora... Le ahorraré el trabajo a Lehrgen... 

Tanya rastrilla su arma y se lo lleva a la cien derecha. 

La puerta se abre.

"Comandante, aquí está su almuer... ¡!"


Un disparo a la cabeza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora