Lara.
Mi martes en la mañana comenzó con la misma rutina, algo que cambio repentinamente fueron las pesadillas. Eran menos constantes que hacia un mes.
Estaba terminando de arreglarme para la universidad cuando mi madre me llamo.
–Hola mi niña. - así tuviera casi 25 años, mi madre aun me trataba como su bebe.
–Hola madre. - le respondí, mientras terminaba de amarrar las trenzas de mis zapatos.
Me pregunto cómo estaba todo.
–Bien madre y ustedes? - sabía que nada había cambiado en Londres, seguía la horrible situación que nos mantenía separados. Pero tenía todavía la esperanza.
–Hija, todo igual. - El tono de mi madre sonaba triste.
–Que pasa mamá? - mi preocupación aumentaba y más al escucharla así.
–Ya vistes las noticias? - entonces lo supe. La citación con Jeremi le había afectado.
Durante mucho tiempo mi familia adopto a Jeremi como otro hijo, era parte de la familiar, yo lo amaba con locura y más por ganarse a mis padres de esa manera. Encaja perfecto.
La traición podía a veces venir de la persona que menos esperabas.
Pero sabía que a mi madre no solo le afectaba eso, también le afectaba como habían rayado mi imagen. Hasta el punto de tíldame de fácil o puta. Por haberle "montado los cuernos." La avaricia de Jeremi era aún más grande que eso. Me había hecho cosas peores.
Oscuros secretos que aun guardaba en lo más profundo.
–Si. No es un tema del que quiera hablar ahora mamá. Voy apurada con la universidad. - omitiendo el tema.
Era un tema que no quería tocar, pero algo buscaba Jeremi con todo esto.
–La empresa esta revolucionada con eso. Con los preparativos. Solo quiero que tu estés bien, que no se vea afectada tu salud emocional hija. Yo se la hija que tengo, la maravillosa mujer en las que te convertiste. Eso no cambiara así te señalen de lo que sea mi vida. - mi madre estaba casi llorando.
Y por un momento viví en un mundo de fantasías, la familia perfecta, el novio perfecto. Era una princesa con la vida soñada pero el cuento de hadas acabo, sucedió lo inesperado y destruyo mi vida entera. Después de eso me hice de hierro. Por durante mucho tiempo me encerré en mí, no deje que nada me afectara de nuevo. Me dedique solo a estudiar y a distraerme. Pero nunca me fije en lo que había logrado como mujer.
Pero los ojos de mi madre, habían notado diferencia en mí.
–Te amo madre, gracias.
–Sabes que siempre has sido así, una mujer fuerte Lara. Desde pequeña hacías cosas que los demás no podían hacer a corta edad. Eres mi orgullo y mi todo. Al igual que Matt y Olivia. - Mis padres nos criaron con disciplina y constancia. Pero además de eso, con mucho amor.
Era el balance perfecto.
Nos despedimos y colgué.
Me subí apurada en el auto de Anastasia. La observe, a pesar de haber pasado la noche estudiado, se maquillo a la perfección y su cabello caía en ondas bien hechas por su espalda.
Anastasia no era una chica nocturna precisamente. Tenía que tomar muchas tazas de café para poder mantenerse despierta toda la noche para estudiar. Pero era una chica inteligente. Aunque ella no lo viera, todos sus logros. Siempre la señalaba como el verdadero poder femenino. Una mujer que se mantiene arreglada y hace todas las actividades que, hacia ella, era imposible. Ana siempre estaba hermosa hasta para cocinar.
–Lista para hoy? - pregunto con su sonrisa del blanco más impecable.
–Claro que sí, hoy si estoy más tranquila que ayer. - dije.
Aparco el carro en el estacionamiento de la universidad. Mientras me bajaba y sacaba mi bolso con todos los libros de hoy.
Alguien toco mi hombro.
Voltee.
–A ti era quien andaba buscando mosquita muerta. - era Blair.
¿Qué le pasaba hoy a la barbie de mercado?
–No tengo tiempo de pelear hoy polly.- le dije mientras cerraba la puerta del carro y seguía mi camino con Anastasia que también la ignoro.
Entonces me tomo del brazo haciéndome girar y clavándome las uñas.
Vi la cólera de Anastasia en los ojos.
–A mí nadie me ignora insecto. Me tienes cansada con tus acciones. Arruinaste mi relación con Santiago.
La había dejado en ridículo al echarle la copa de vino en la fiesta del fin de semana.
–Suéltala idiota. - Era la voz de Anastasia, estaba roja de la furia.
–Arruinar? Disculpa, creo que ni siquiera tenías una relación con el...no eran nada. Eras como su... mmm déjame pensarlo... ¿Prostituta tal vez? - Blair se acercó a mí y me tiro un vaso de café que tenía en la mano hirviendo
AHORA SI EXPLOTARÍA.
Anastasia la empujo. Y comenzaron a insultarse, de la rabia no escuchaba lo que se decían, de la rabia ni siquiera sentía el calor del café que corría por mi camisa.
Sin pensarlo agarre el encendedor que siempre llevaba para mis cigarros y mientras estaba de espaldas a mí. Le queme el cabello.
–Huele a quemado. - la cara de Blair fue de susto. Hasta que volteo y se dio cuenta de su mechón quemado.
Los gritos fueron descomunales. Sus ojos casi salían de órbita.
La tome del brazo entonces.
–Te juro, que te acercas de nuevo. Y te encontraras con tu peor pesadilla. -
–Te acusare con la directiva estúpida. - dijo.
–Acaso crees que esto es kínder. ESTAMOS EN LA UNIVERSIDAD. Madura un poco polly.- dijo Anastasia.
Anastasia entrelazo su brazo con el mío y nos fuimos rápido.
De la nada nos comenzamos a reír, por nuestra maldad. A pesar de estar llena de café en todo mi atuendo, me sentía hecha. Con lo ocurrido, de alguna forma había matado una mosca que me tenía cansada.
Esperaba que la rubia oxigenada por fin fuera entendida mi amenaza.
Nota:
Me dio demasiada risa escribir esta parte.
Ustedes creen que la polly se quedara con eso? ¿o buscara su revancha contra Lara?
Esperaremos a ver qué pasa.
Saludos, xoxo.
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Aléjate o déjate llevar
أدب المراهقينLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...