Doce // Stranger Things

Tres simples reglas

————Pov's Doce————

—A levantarse—La voz de Hopper me hace abrir los ojos, trabajo que se me dificulto un poco por culpa de la luz que ingresaba por la ventana. Parpadee un par de veces hasta acostumbrarme a la claridad del cuarto

Ce me dedico una rápida mirada desde la cama de enfrente, por mi parte, cubrí mi rostro con las sabanas para que la luz no me molestase. Ninguna de las dos respondió nada, dando a entender que seguíamos molestas por lo de anoche

—Bien, supongo que tendré que disfrutar solo de los waffles bañados en chocolate—Pronuncia el oficial, causando un revoltijo en mi estomago dejando en evidencia el hambre que se hacia presente en mi.

Destape mi cabeza con cuidado hasta poder toparme con los ojos de Ce, que paso su mirada de mi a el mayor, que reposaba con una pequeña sonrisa en el marco de la puerta, hacendó el amague de voltear e irse a comer dicho alimento.

—Bien—Murmuro sentándome en el colchón, recibiendo una mirada victoriosa muy mal disimulada por parte de Hopper, mientras Ce imita mi acción satisfecha.

No tardamos mucho en tomar asiento en la pequeña mesa de la cocina, donde un plato con eggos y chocolate reposaba esperando ser saboreado. Jim divide el postre en tres partes iguales.

—Saben que es lo mejor....tiene solo ocho mil calorías—Menciona el barbudo mientras lame el cuchillo que estaba bañado en crema y chocolate

Con la castaña no tardamos mucho en tomar los tenedores y poder degustar los waffles, el sabor a masa dulce acompañado del chocolate inundaron mi boca. Pude distinguir una pequeña sonrisa en los labios de Once luego de llevarse la comida a la boca.

—¿Volviste a verlo anoche?—Poso mi vista en Hopper, que observaba el cable del televisor que recorría toda la sala hasta terminar en la habitación, y luego clavo sus ojos en mi

Las palabras de Mike vuelven a mi, su expresión de preocupación y desanimo, como si ya estuviese perdiendo las esperanzas de volver a verme. Asentí sin querer hablar del tema, mientras llevo otro pedazo de waffle a mi boca. Un suspiro se escapa de los labios de Jim, seguido de eso vuelve a hablar.

—Se que lo extrañas....vas a verlo—Intenta animarme con un tono cálido y calmado—Pronto ambas podrán ver a sus amigos, no solo dentro de sus cabezas, lo harán en la vida real—Baja su vista a sus manos como si estuviese buscando las palabras correctas—Yo..creo que estoy progresando con estas personas—

—Los amigos no mienten—Once interviene en el discurso que Jim estaba comenzando

—¿Que?—Cuestiona el mayor sin entender a lo que mi hermana se refiere

—Dijiste pronto en el día 21—Comienza la castaña  inclinándose sobre la mesa para acercarse al hombre—Dijiste pronto en el día 205—

—¿Y ahora dices pronto en el día 326?—Me uno a la acusación de la chica, dedicándole una mala mirada al oficial

—¿Y esto?—El nos mira entre asombrado y molesto—¿Ahora cuentan los días como si fueran prisioneras?—

—¿Cuando es pronto para ti?—Exclamo irritada

—Pronto...es cuando ya no sea peligroso salir—Explica el evitando la mirada de ambas

—¡Nunca sera seguro salir!—Rechisto soltando un grito, haciendo sobresaltar al barbudo.

Me levanto bruscamente del asiento y me dispongo a adentrarme a la habitación, con Ce siguiéndome el paso.

—¡Hey!—Hopper nos reprende, pero simplemente le ignoramos cerrando la puerta de un fuerte golpe

Dejo reposar mi espalda en la pared de madera mientras deslizo mi cuerpo hasta terminar sentada en el suelo. Nunca saldremos de aquí, nunca volveremos a ver a nuestros amigos..nunca volveré a ver a Mike

[•••]

Me levanto del colchón y agarro las botas que reposaban a un lado de mi cama, me las pongo con rapidez bajo la mirada atenta de Once. Salgo de la habitación, comprobando que Hopper ya había abandonado la casa, me encamino hasta quedar frente a la ventana, y rozo con las yemas de mis dedos la suave tela de las cortinas, recordando las tres simples reglas que impuso Jim.

Regla N°1 

Mantener las cortinas cerradas

Preciono con fuerza la tela y la hago un lado, dejando a la vista el lindo paisaje de los arboles decorados con variadas hojas de colores, debido al otoño que se hacia presente.

Regla N°2 

Solo abrir la puerta cuando escuchen la clave secreta

Camino con seguridad para terminar delante de la vieja puerta de madera, observo con atención todas las cerraduras para comenzar a abrir cada una con mis poderes.

—¿Que esta haciendo?—Mi vista viaja hasta la puerta de la habitación, donde Once mi miraba entre confusa y nerviosa

Vuelvo mi vista a la puerta y a termino de abrir, dejando que una fría brisa invada la casa.

—Solo rompo las reglas...—Murmuro poniendo el primer pie fuera de la cabaña, que en algún momento llamamos hogar.

Regla N°3 

Nunca salgan solas, menos durante el día

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