¿Amor? -Stydia

Capítulo 22→Si quería besarte

«Stiles Stilinski«

Domingo por la mañana, precisamente eran las 7:40am, hoy emprenderemos camino hacía la casa de los abuelos de Scott en Texas. Eran aproximadamente 8 horas en vehículo, sería un día largo.

Yo aún estaba empacando la maleta que llevaría, meto unas cuantas camisas más y cierro la maleta.

–¿Estás listo?– Inquiere Scott en el marco de la puerta.

–Sí, sólo que.. nada, vamos– Le doy unas palmadas en la espalda, y salgo del cuarto con la maleta en la mano.

Le podría decir a Scott por lo que estaba pasando, probablemente el me ayudaría, pero no es algo importante, por lo menos aún no.

Pasaría una semana antes de volver a ver a Lydia, una semana que pasaría lentamente, pero precisamente esa semana me serviría para pensar y aclarar mis pensamientos.

No, no, no

Eso al parecer no sería posible, y no lo digo yo, lo dice la chica pelirroja parada enseguida de la puerta.

–Ho..hola– Traté de sonar lo más calmado posible, fallando en el intento, claramente. –No esperaba verte por aquí–

–Ou– Su cara mostraba decepción pura, me arrepentí de haber dicho eso último. –Allison insistió en venir, no era mi intención molestarte–

–No, para nada, me alegra que hallas venido– Sonreí y traté de que la sonrisa fuera sincera.

No me malentiendan, sí, me alegra verla, pero yo no esperaba verla hasta dentro de una semana.

–Entonces.. ¿Cuándo vuelves?– Pregunta, para después soltar una mueca. –Perdón, ¿Cuándo vuelven?–

–El próximo Domingo, en la noche probablemente– El ambiente aún era pesado, estaba claro que había arruinado nuestra amistad.

Piensa, piensa, ¿Qué podría decir para romper la tensión? Mi ardua investigación fue interrumpida derrepente.

–Te voy a extrañar mucho, mucho– Allison y Scott venían bajando las escaleras, ¿Cuándo subió Allison?.

–Hey, Stiles– Sonríe Allison.

–Hey– Regreso el saludo.

–Bueno, chicos, hay que irnos– Anuncia Melissa mientras baja las escaleras con una gran maleta.

Mi primer pensamiento es: "Ir a ayudarla". Y es lo que hago, camino hacía ella y tomó su maleta, en respuesta me da una sonrisa.

–Tal vez ustedes ya se pusieron de acuerdo, pero, ¿Qué auto usaremos?– Cuestiono un poco confundido, no había pensado en eso.

–Ou, mi padre les prestó una camioneta– Intervino Allison.

–Genial, no trae armas, ¿Cierto?– Todos me miran confundidos. –Le tengo miedo a Melissa– Declaro mientras la apunto.

Todos soltaron una carcajada, poco a poco se aligerada el ambiente. Casi digo otra tontería, pero el teléfono de Lydia sonó en su bolsillo.