"¿Sabéis que es lo bueno de las historias de amor? Que uno acaba olvidando como se conocieron, así haya sido en un bar, un café o en un club de strippers"
Leía las primeras páginas de mi libro mientras la camarera se acercaba a mí para pedir mi orden.
- Un macchiato por favor- asintió y volvió a su lugar tras la barra, me recordaba a mi hace años.
Habían pasado 7 años desde que me fui a la universidad y no volví a saber nada de Sergio.
Publiqué un libro "Un Café Pendiente" y se hizo relativamente conocido.
Hablaba sobre nuestra historia, era la mejor historia de amor que conocía.
Volví a centrarme en la lectura cuando alguien coloca un ejemplar de mi libro frente a mí seguido de un:
- ¿Me lo firmas?
Ya me había acostumbrado a este tipo de cosas, y me encantaban.
Abrí la tapa y en la primera página escribí "De Hannah Benson con cariño para...."
- ¿Cuál es su nombre?- y fue en ese momento que levanté la mirada, que lo vi.
Vestía exactamente el mismo modelo de trajes que hace años, los mismos lentes, ahora tenía un par de arrugas más en su rostro y una que otra cana interesante adornaba su cabello, aún así seguía siendo el hombre más guapo que había visto.
No sabía que decir ni que hacer, ¿estaría molesto? No lucía enfadado.
Se sentó en la silla frente a mi y comenzó a hablar.
- La historia me gustó mucho, soy un gran admirador, ¿te paso a ti en la vida real?- estaba fingiendo que no nos conocíamos, sonreí y le seguí el juego.
- A una vieja amiga.
- ¿Y el final de su historia fue tan triste como en el libro?
En mi libro, al final ambos decidían que lo mejor era separarse y no volver a verse, años después se reúnen para reencontrarse en una cafetería, pero ya cada uno había formado su propia familia, y quedaron como la bonita historia de amor que pudieron haber sido.
- No, en la vida real fue diferente- dije con nostalgia- en la vida real él no se rindió, y no paró de buscarla por mucho que ella se escondiera.
- Supongo que porque valía la pena ser encontrada- nos quedamos mirándonos a los ojos un par de segundos y sentí todo el peso de estos años acumulandose en lágrimas en mis ojos- me llamo Sergio Martínez, es un placer conocerla - me extendió su mano.
- Hannah Benson- estreché su mano- el placer todo mío.
Y ahí nos encontrábamos, ambos fingiendo que no nos conocíamos y comenzando una nueva historia, algo extraño, la primera vez fue en un Club de Strippers y ahora comenzaba en una cafetería.
Pero, que más da donde comiencen las historias.....¿no?
Fin.
Y llegamos al final😁, espero que si llegaron hasta aquí, hayan disfrutado el libro y les agradezco muchísimo que lo hayan leído, ustedes son la razón por la que me mantengo fiel a escribir lo que me gusta y espero les guste también. Eso es todo, un beso, los amo.