🎭 VIII: Aliados con el mal

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[7 de Octubre]

Dos personas llegaron al edificio, un hombre y una mujer. Ella era rubia y delgada, vestía un conjunto de falda y saco a cuadros, un sombrero negro y gafas de sol; parecía una actriz de Hollywood. Él era rubio y llevaba sus gafas de sol sobre la cabeza, vestía de traje y llevaba la camisa desabotonada en sus tres botones superiores.

– Mi nombre es Aiber. Estafador. Encantado de conocerlos.

– Y yo Wedy. Ladrona profesional.

– Aiber, Wedy –se acercó a ellos.– Bienvenidos –sonrió.

– Hola, Corinna.

– Ha pasado un tiempo.

– ¿Verdad? –rió.

– ¿...Un estafador y...y una ladrona...? –cuestionó Soichiro con sorpresa. Su hijo y Matsuda estaban igual de sorprendidos.

– Eso mismo –afirmó L.– Aiber utiliza como nadie sus conocimientos en psicología, lengua y diplomacia para manipular a cualquiera al que le eche el ojo; será un perfecto espía. Y Wedy es una ladrona con un talento único en el mundo para forzar cualquier tipo de cerraduras o burlar sistemas de seguridad; como prueba de ello, les diré que ha sido capaz de entrar en esta habitación sin que ninguno nos hayamos dado cuenta. Ambos son verdaderos...criminales.

– ¿Y acaso vamos a colaborar con unos...criminales?

– Pero no son el mismo tipo de criminales que salen en los periódicos y acaban muertos por Kira, piensen en ellos como profesionales en su campo. Tengo algunos posibles ayudantes de reserva, eso incluye delincuentes también. Los llamaré según vaya viendo conveniente. Como a mí, a ninguno le hace mucha gracia enseñar la cara, pero si no hay más remedio los iré llamando para que vengan. Cuando Yagami-san y el resto aún estaban en la policía, no podía llamarlos, pero supongo que ahora...

– Pero aun así...

– ...Bueno, supongo que con Yotsuba como enemigo, gente como ellos nos vendrá muy bien. ¡Trabajemos juntos! –sonrió Light.

– Sí –asintió Matsuda.

– ...Eh...Supongo que no está mal del todo...

– ¡Ah! Conozcan a la "Señora L".

Corinna tomó la mano de Tn, haciéndola levantar de su silla para llevarla delante de aquellos dos recién llegados; la mayor rió.

– Tranquila, Dear.

– Lo siento –rió.

– Oh. Te he visto en algún lado... –dijo el hombre.– Tn Evans, la niña superdotada, ¿Verdad?

– Ah, esas son viejas noticias –rió.– Ya no soy una niña.

– Encantado de conocerte.

– Es un placer ver finalmente a la esposa de L.

– No sabía que ustedes...sabían de mí.

– Corinna nos contó.

Tn y L miraron a la chica de cabello castaño, quien comenzó a reír.

– Se me escapó, lo siento –sonrió.– Además, ambos son amigos ya.

– Dear –rió.– Está bien.

– ...Si a Tn le parece bien, a mí también.

– Bueno –los miró.– Tn Evans, encantada.

Duality 🎭 L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora