-05-el ultimo adios

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"Tu vida es un tiro al aire", me lo dicen con certeza. Y voy a ser yo quien me encargue de que vaya a su cabeza

Valen

Estuve horas y horas sentado en la fina cornisa metálica de la ventana al lado de mi cama mientras admiraba los pajaritos de un nido cercano y deseaba poder ser uno de ellos para volar a donde quisiera. De a ratos sentía algunas lágrimás recorrer mi rostro pero no le daba mucha importancia. No tenía tiempo de ponerme a llorar todavía, me quedaban muchas cosas para hacer antes de dar el gran paso

El cielo se tiñó de tonos cálidos para avisar que el día se hizo noche y me tocaba ir a trabajar, pero no tenía las suficientes ganas para moverme de donde me encontraba. Ahí podía estar cuanto tiempo quisiera. Podía ser uno entre mi cuerpo y mi mente, cuando soy un muerto encerrado en un cuerpo vivo. Cuando todo es sufrimiento

Estar así me genera mucha paz, me hace acordar a mis días más simples y con menos preocupaciones. Cuando lo único que me importaba era pensar a donde íbamos a ranchar con mis "amigos". Los mismos amigos que solo estaban en las buenas, no cuando los necesitaba. Cuando estuve luchando entre la vida y la muerte. La única que me salvó fue Nadu. Le debo todo y más

Si no fuera por la poca fuerza de voluntad que tengo, ya sería un pájaro. Volaría por ahí, mirando todo desde la altura sin ninguna preocupación

Mire mi brazo, lleno de cicatrices, heridas de guerra como las llama Nadu, sentía como mis venas palpitaban. Me pedían ver el líquido rojo correr por el largo de mi brazo mientras se mezcla con mis lágrimás. No quería ver, me recordaba todos los momentos como este. Pero como siempre, algo me pide que deje mi vista fija en el relieve que en algunos casos formaba palabras. Mejor dicho, insultos

Me canse de vivir de esta manera. Tomé unas hojas y me decidí a escribir dos cartas, esta vez estaba listo. Una para mis viejos y manu, explicando todo. La otra para Nadu, pidiéndole perdón por lo que quería hacer. Ambas hojas estaban empapadas en lágrimás y la tinta de la lapicera negra con la que escribí se empezó a correr un poco, pero era legible. Puse mi firma en ambas, la fecha de hoy y en la de Nadu rocié un poco de mi perfume. Todo estaba listo para mi partida

Espere al amanecer. Quería apreciar la octava maravilla del mundo una última vez más. Escuche el primer canto del día, traído a mí por los pájaros del barrio y los rayos dorados del sol bañaron mi pálida piel

Como no fui a trabajar, Nadu debe pensar que sigo enfermo y no va a venir como todos los mediodías a las 12:36 para almorzar. Mejor para ella, no quiero que tenga que verme en ese estado deplorable

Me quedé todo el tiempo que pude para apreciar estas cosas que voy a extrañar cuando no esté más en este lado del velo

Me agaché hasta el escondite de la pequeña arma plateada y cargué una sola bala en el cilindro antes de girarlo y dejar todo al azar. Al menos de esta manera va a ser más divertido. Con las manos temblorosas puse el frio cañón en mi sien decidido a disparar. Las lágrimás salían como una cascada por mis ojos

Pero recordé el anillo de Nadu

Tome la bolsa y la lleve junto a su carta. Abrí cuidadosamente la caja de terciopelo violeta y admiré el regalo unos minutos. Ya decidido, dejé un pequeño beso en la joya y volví a donde me encontraba minutos atrás

Volví a llevar el cañón a mi sien, esta vez tuve que usar ambas manos para dejarlo quieto y lograr tener un tiro certero. Las lágrimás volvieron a correr violentamente por mis cachetes una vez más. La última vez del día

Seis intentos

Intentando mantener la calma empecé a pensar en Nadu y aprete el gatillo suavemente

Nada. Cinco intentos

Aun con más ansiedad que la vez anterior empecé a pensar en mi familia, los momentos lindos que pasamos juntos y aprete el gatillo con más decisión que la vez anterior

Nada. Cuatro intentos

Mi corazón iba a mil revoluciones por minuto, sentía que se salía de mi pecho tembloroso. Empecé a pensar en mi futuro, en lo que podía llegar a ser en unos años. Un hombre de negocios o un gran cantante quizás. Después de esta larga pausa, aprete el gatillo nuevamente

Nada. Tres intentos

Ya sin lagrimás que escapen de mis ojos por la deshidratación imagine en tercera persona que iba a pasar después. Gente entrando y saliendo de mi casa, mi funeral, mi tumba. La melancolía corría por mis venas. Quería terminar todo lo más rápido posible. Con una fuerza sobrehumana aprete el gatillo en un intento que sea la última vez

Nada. Dos intentos

Empecé a sentir una extrema presión en mi cabeza. Sentía como si me aplastaran el cráneo con una increíble fuerza. Empecé a pensar en cómo era de chico, todas las oportunidades que tuve para mejorar mi vida. Todas las oportunidades que tuve de convertirme en otra persona totalmente distinta. Todas las oportunidades que tuve de no llegar a este punto. Con las manos más temblorosas que una gelatina aprete el gatillo una vez más

Nada. Último intento

"adios" susurre con la voz quebradiza y aprete el gatillo por última vez con más decisión que nunca

Un estrepitoso estruendo retumbó dentro del pequeño departamento y una paz inmensa me recorrió de pies a cabeza. Ya nada dolía, ya nada importaba. Así de fácil la vida se escapó de mis manos

Pude soltar la pesada mochila que llevaba hace varios años.

No más noches de insomnio. No más lastimar a quienes me rodean. No más ser un desperdicio de oxígeno cada día. No más llantos interminables por llamada a las cinco de la mañana

No más nada

El fantasma - wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora