Wei Wuxian se acerca sin descaro a su esposo, despues de su sesión de todos los dias, se dispone a descansar. Estaba feliz, ahora podia vivir en paz. Junto al amor de su vida y su amado hijo.
Jiang Cheng estaba dormido, soñaba con la cara sonriente...
Wei WuXian parpadeó rápidamente acostumbrándose a ese nuevo ambiente, estaba desconcertado, a su alrededor todo estaba oscuro y silencioso. Busco a lo lejos la figura de alguna persona o espíritu, pero nada, espero unos momentos, Lan Zhan lo llamaría con WangJi tan pronto como notara su ausencia.
Pero no pasó nada, su esposo no logro que sus notas llegaran a él. Entonces Wei Ying se dispuso a investigar su entorno, trato de tocar el espacio negro bajo sus pies mas al querer tocar el suelo oscuro solo sintió vacío, un inmenso y sofocante vacío, camino un poco hacia el espacio que toco, pero no se hundió ni cayó solo se quedó parado como si la estructura fuera tan sólida como una roca.
—¿Por qué? —Wei Ying trataba de hallar una respuesta en su cabeza. Este lugar no era obra de algún clan poderoso, su poder no alcanzaba estos parámetros y aun si fuera así su esposo ya hubiese arreglado el problema, los libros prohibidos del clan Lan eran más perversos y desafiantes que su simple cultivo demoniaco. Sin encontrar más trato de usar sus talismanes, su cultivo, pero nada, toda energía era absorbida por el espacio negro.
Por un momento el cultivador dudo si aún estaba vivo, pero no recordaba que la muerte era de esta manera, ¿acaso era un castigo por renacer?, bufo por la idea, el no recordaba su muerte anterior como demonios recordaría esta muerte. Él está vivo, al menos su alma aún está relacionada con el mundo terrestre.
Se agachó y espero a que algo pasara. Aún así nada, nada, nada. Se propuso descansar un poco y aclarar su mente, pero al fin pudo notar algo entre la inmensa y asfixiante oscuridad. Una figura morada.
Jiang Cheng, el hombre no se veía para nada bien y parecía que su mente aún vagaba con pesar. Era lógico, su hermano aún estaba de luto. Su corazón seguía latiendo con dolor y sufrimiento desde aquella noche, no era bueno olvidando cosas, no lo hizo con él y no lo hace ahora.
Jiang WanYin tan extrañado de haber estado atrapado en un lugar tan raro, trato de a salir con muchas formas, pero fue un fracaso. No le importaba que juego estúpido le estuvieran haciendo, era el Líder de Yummeng, el famoso Sandu ShengShou y el tío de su rebelde sobrino Jin Ling; su trabajo aún no estaba completo y no pensaba retrasarlo más. No se quedaría de brazos cruzados, así que comenzó a investigar el entorno y vio a lo lejos una figura oscura.
El cultivador demoniaco notó los rasgos morados de lotos en la vestimenta de la figura y escuchó la campana de claridad en la ropa del contrario—¿Jiang Cheng?
Jiang WanYin dudo en acercarse más, estaba tan sorprendido, pero también la molestia estaba escrita en su rostro, no podía encontrase en paz al ver a Wei WuXian, su relación era incómoda, extraña y ciertamente para uno de los dos, melancólica. Jiang Cheng no soporto más el silencio, entonces se envolvió en su actitud de Sandu ShengShou hablando primero: -Wei WuXian, dime que tontería hiciste ahora, no estoy para tus juegos
Wei Ying suspiró ante la actitud de su hermano. Siempre peleando o discutiendo de alguna manera, su rostro molesto era algo habitual, él aún recuerda cuando en ese rostro aún se veía una sonrisa, de un niño que disfrutaba los escasos juegos que tenían y de un adolescente que pasaba una tarde con sus amigos.
Jiang Cheng realmente cambió demasiado, dejando enterrada su sonrisa.
—Yo también quisiera saber que pasó.
Jiang Cheng hizo sonar su boca y antes de pudiera reclamar de nuevo una gran luz apareció en frente de ellos dos, cegándolos—¡Wei Ying!
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