Juanjo estaba caminando al taller como siempre, estaba enojado porque su salario era una mierda, pero a la vez feliz porque vería al pelirrojo que tanto le volvía loco.
Yun Kalahari o mejor conocido como El Chino Ramen, era un chico asiático, de estatura normal, pelirrojo y bastante gracioso.
Cada vez que Juanjo tenía un día de mierda, aquél chico lograba alegrarle cada día al muchachin, aunque nunca habían hablado cara a cara, ni nada por el estilo.
Yun y Juanjo se conocían desde la secundaria, dejaron de verse por un tiempo pero se ve que el destino volvió a juntarlos, nunca antes habían hablado y el más pequeño estana algo frustrado por aquélla situación.
Llegó al taller y se cruzó a su Jefe,, Armando Grúas. Un tio bastante serio, con un vozarron y un carácter demasiado estricto.
Juanjo no le tenía miedo, de hecho... se llevaba bastante bien con sus dos jefes, tenía una amistad algo bonita con Armando y de vez en cuando iban a tomar alguna que otra cervecita por ahí.
Miró a su jefe y sonrió de forma lenta.
──Buenas relojero.──bromeó y le dio unas palmaditas en la espalda como forma de saludo.──
El nombrado suspiró pesadamente y miró a la persona que estaba atendiendo.──Dame cinco minutos.──Se dio la vuelta y miró a su empleado, el cuál no paraba de reír.──
──Perdona es que siempre dices lo de los cinco minutos y pareces un puto reloj.──Continuó riendo pero se quedó callado al instante cuando vio entrar por el portón a un chico de cabello rojo y asiático.──
Armando se dio cuenta de como su empleado de menor rango miraba al favorito del taller y palmeo su hombro, para luego guiñarle un ojo.
──Hablale...pero luego de trabajar.──sonrió levemente y volvió a su trabajo──
Juanjo negó rápidamente con la cabeza y se puso a atender a los civiles de siempre,, Por nada del mundo le hablaría a Ramen... Por nada del mundo.
A no ser que hoy por la noche, todo cambiara para el muchacho.
Había terminado su turno hace como 2 horas atrás. Se encontraba subiendo cuidadosamente la montaña de su ciudad.Era de noche,, Las estrellas y la luna eran lo único que alumbraba su pequeño y bonito rostro.
Llegó a la cima de aquélla montaña y se recostó en el césped, suspirando pesadamente y mirando al cielo.
De pronto vio una estrella fugaz pasar y sonrió levemente, comenzando a pedir un deseo
"Que Yun Kalahari me hable primero."
Cerró sus ojos a la vez que pedía el deseo y sintió la bonita brisa del viento acariciar su cuerpo por completo.
Sintiendo como si la noche lo estuviera abrazando de a poco... Sintiéndose acogido en aquél lugar en el que estaba ahora mismo.
Fue en ese abrir y cerrar de ojos que sintió su teléfono vibrar y emitir la canción "Safaera" que tenía como tono de llamada en su móvil.
Atendió aquélla llamada sin ver quien era.
──¡Juanjo!──
Y al escuchar ESA voz...quedó completamente en blanco.
Comenzó a sentirse bastante nervioso, tanto que sus palabras no lograban salir, tenía un nudo en la garganta.Aquél pelirrojo lo volvía loquisimo.
Logró calmarse y decidió responderle a su compañero de trabajo.
──¿Sí? Dígame, ¿Quién habla?──Intentó hacerse el confundido y no saber quien era el contrario──
──Joe macho...soy El chino Lamen──Habló en un tono un tanto soft.──
Escuchar su voz hizo que se derritiera por completo, le hizo dar cuenta de que realmente estaba enamorado de ese chico.
Y moría por conocerlo y charlar sobre la vida o comer juntos comida chatarra.──Oh... ¿Chino el pelirrojo?──se mordió levemente el labio un tanto nervioso y cerró los ojos, sintiendo que había arruinado todo.──
──Se, ¿Tu ele Juanjo el mecánico?──También se hizo el desentendido, pero sabía perfectamente que era ESE Juanjo──
──El mismísimo.──Soltó una sonrisa leve pero luego cubrió su boca nervioso.──
──Peluque bonita lisa tiene uteh....──Murmuró al teléfono bastante seguro de sí mismo.──
Juanjo sintió un fuerte calor inmenso en sus mejillas, notando como aquéllas tomaban un color carmesí bastante fuerte.
Comenzó a sonreir como tonto y mordió su mano de forma leve para evitar gritar de lo emocionado que estaba en esos momentos.
──Uh...lo siento he...quiele il a cenal algún dia de eto'?──Suspiró haciendo notar el nerviosismo en su voz.──
Juanjo intentó calmarse un poco y decidió aceptar aquélla propuesta.
──Me parece perfecto... Pero yo invito, conozco un lugar bonito.──
──Pelfecto, ¿maliana a la' nueve en punto?──Cuestionó el pelirrojo bastante emocionado.──
──A las nueve en punto, pasaré por tu casa.──Afirmó el más chico──
──Vale luego te paso la ubi.──Sonrió y ambos cortaron la llamada al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
❝Deseo.❜❜❲Ramen x Juanjo❳
RomanceJuanjo ve pasar una estrella fugaz y su único deseo es qué el amor de su vida le hable.