La maleta gris se encontraba yaciendo en la cama, Alonso se encontraba revisando que todo estuviera en orden, movía sus pertenencias de una forma exageradamente veloz, el día que tenía marcado con tinta roja en su calendario, por fin había llegado, aunque se encontraba emocionado, era inevitable que no sintiera algo de tensión, tan solo comenzaría la ejecución de una de sus metas más importantes, comenzar de cero en un nuevo lugar, era una emoción que le generaba un éxtasis extraño, el tipo de sensación nerviosa que a la vez es misteriosamente disfrutable, después de revisar todo la documentación importante que requeriría para el vuelo, confirmó que no estaría dejando nada atrás, tan solo era cruzar la puerta y sumergirse ante una nueva experiencia desconocida, un vecino se ofreció a llevarlo al aeropuerto, la despedida con sus padres fue rápida, no pretendía pasar un momento con una actuación dramática, pero claro fue inevitable que sintiera un nudo en la garganta ante un último abrazo, al menos por un tiempo, del que aun desconocía si sería efímero o extenso, sin más tiempo que perder, se colocó en el asiento del copiloto de aquel Nissan Azul, el trayecto fue frío, y no solo por el poco intercambio de palabras con el conductor, sino, que la vibra que se sentía por las calles era muy nostálgica, el cielo se encontraba entre nubes grises con temperaturas frescas, era normal que aunque Alonso quería dejar su lugar de origen, no sintiera un leve huracán de emociones al ver aquellos edificios que veía casi todos los días cuando asistía a la preparatoria, ahora era un joven casi recién egresado de una apasionante carrera, pues hace un año se graduó con honores como periodista, había encontrado un trabajo estable con el que se sentía cómodo en Monterrey, pero su ambición y sus sueños siempre le formaban discusiones en su cabeza, y es por eso que su maleta ahora contaba con un pase de abordar para ir a Vancouver, Canadá, no tendría porque extrañar las montañas ya que aún estaría observándolas pero desde un lugar distinto, fueron veinticinco rápidos minutos cuando Alonso ya se encontraba frente a la terminal, sería un viaje largo para lo que estaba acostumbrado, entre una escala en Houston, por lo menos pasaría ocho horas en un avión, se despidió de su vecino que había realizado el favor de llevarlo desinteresadamente, cuando tomó la maleta y estaba listo para cruzar las puertas automáticas, escuchó un –Buena suerte- Alonso solo giró la cabeza para sonreírle, y continua con su camino, los viajes de vacaciones que había realizado con su familia le permitieron realizar el proceso de check-in con agilidad, en un momento a otro ya se encontraba cómodo en su asiento junto a la ventana del avión, era todo, ya no había vuelta atrás, se sentía totalmente melancólico al dejar lo que había sido su vida desde su nacimiento, reconocía que no sería para nada fácil comenzar de nuevo y en un ambiente tan distinto, pero estaba dispuesto a renacer con tal de obtener el reconocimiento que sabía que merecía, aunque nunca fue un chico excesivamente extrovertido o bromista, sabía cómo y con quién relacionarse, inconscientemente era calculador, tenía un poder de intuición envidiado por las mismas brujas contemporáneas, sabia moverse para obtener lo que quería, pero también era un humano con las mismas emociones y sentimientos, ahora estaba listo para vivir una nueva aventura, aunque no tenía claro sus objetivos, sabía que ansiaba encontrar algo de calidez en su vida, y cosechar experiencias que pudiera recordar con radiante felicidad, el aire de misterio le ocasionaba un sentimiento indescriptible, cuando menos pensaba las horas pasaron rápidamente y el avión se encontraba en proceso de aterrizaje, tuvo la suerte de tener una pareja de ancianos tranquilos como sus compañeros de viaje, ocasionalmente Alonso los miraba de reojo, aunque no era un romántico o cursi empedernido, sentía un gran regocijo de observar a dos personas mirándose a los ojos con admiración, nunca le había dedicado el tiempo suficiente al amor, prefería invertir sus días en crecer profesionalmente, pero no descartaba que algún día podría colarse una situación inesperada en su vida, los tripulantes comenzaron a ponerse de pie y recoger sus pertenencias para poder salir del avión, como su paciencia para elaborar reportajes, se puso de pie y después de dejar pasar algunas personas, continuo su camino hacia el aeropuerto, mientras caminaba con energía aun con el hecho de tener las piernas algo adormecidas por las horas del vuelo, era casi imposible que mirará a su alrededor con la curiosidad de un infante, todas las personas de distintas personalidades y etnias se encontraban en el mismo lugar, en camino a cumplir sus propios objetivos, algunas se detenían a comprar un café de Tim Hortons y otras buscaban un medio de transporte a su destino, inclusive algunas transbordando al skytrain, de su bolsillo sacó un Iphone xs max para poder pedir un uber y llevarlo al centro de la ciudad, donde estaría el departamento que estaría rentando por un tiempo indefinido aun, tras un viaje de casi media hora, el amable conductor le dio la bienvenida y le ayudo a sacar la maleta de la cajuela, se comunicó en Inglés, Alonso conoció y estudió el idioma hace tiempo, por lo que no se sentía preocupado por tener problemas de comunicación, aunque si sería la primera vez formal donde tendría que poner en práctica el conocimiento del idioma, la minuciosa búsqueda online le permitió conseguir un modesto apartamento en el barrio de chinatown, podía ir al centro de Vancouver caminando tranquilamente, su rentero lo recibió amablemente, un tipo asiático que le fascinaba el idioma español, tenía un conocimiento muy mediocre, pero una interesante pasión con la que recitaba las palabras más simples para recibir a su nuevo inquilino, lo llevó hasta su habitación y Alonso pudo tirarse a la cama y tomar una siesta, todo cambio necesita de una renovación de energía, pues el día de mañana era cuando realmente comenzaría su nueva travesía en la hermosa tierra del maple.
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El puente de Granville
Mystery / ThrillerAlonso casi recién egresado como periodista decide mudarse a Canadá para afrontar nuevas situaciones y superarse, pero cuando un nuevo misterio llega a una presunta ciudad tranquila, tendrá que afrontar viejos miedos y demostrar de lo que es capaz.